En la Carrera rumbo al 2024
Por Alfredo.
Podríamos creer que la embestida en contra de los integrantes de la Tremenda Corte Suprema que desde el atril de las mañaneras de Palacio se ha desatado en verdad busca limpiar el ejercicio de la aplicación de la Ley (que no de la justicia), pero esto no es así. Si la intención real fuera esa no sólo los jueces estarían en la mira, sino también la Fiscalía General de la Nación (FGR antes PGR), pues con sus recurrentes violaciones al debido proceso, el integrar mal los expedientes, fabricar culpables inventándoles delitos y tenerlos encerrados (y que en su gran mayoría son pobres), son de las lindezas a las que recurre dicha institución en la aplicación de la ley y que la hacen generalmente injusta. Pero como en la dirección de dicho nicho del mal se encuentra al frente el cuatazo Gertz Manero, pues a dicha Fiscalía no se le toca y toda la batería presidencial está dirigida a la Suprema. Mención aparte merece la “amnistía” de la que gozan los expresidentes, en especial el copetudo de Atracomucho, cortesía del titular del poder ejecutivo.
Luego entonces, ¿a qué debemos esta narrativa en contra del pernicioso actuar de los magistrados? Parece que pasa más por la construcción de un discurso que aglutine a la gente que simpatiza con la 4T con miras a las elecciones presidenciales del próximo año. Me explico. Como es sabido que AMLO no aparecerá en las boletas electorales el próximo año de alguna manera se debe buscar que la gente vaya y salga a votar por el proyecto del actual presidente. Y no para ganar la presidencia, que esa la tienen asegurada quede la corcholata que quede en la “encuesta” morenil. El objetivo es ganar el Congreso y conseguir la mayoría calificada que permita hacer las reformas constitucionales que están pendientes. Entonces hay que recurrir a un enemigo (y miren que la Suprema Corte se pone de pechito para tal objetivo) que haga que la gente salga a ejercer su voto.
El que se busque movilizar a la gente tendría también otro objetivo: que la corcholata candidata morenista obtenga suficientes votos para tener un respaldo popular como el que consiguió AMLO en el 2018 que espante o mantenga a raya los intentos de golpes de estado blandos, guangos y recios provenientes de la oposición electorera. Y por sí solos los pre,pre,pre candidatos, no obtendrían dicho respaldo electoral. De por sí no gozan del carisma que hay que reconocerle que el cabecita de algodón sí tiene, pues como podemos ver y padecer en sus redes sociales no tienen gracia ni para tirarse un pedo. Consciente de esta falta de popularidad de sus elegidos igual a eso se debe que AMLO “haiga” destapado con bastante anticipación a los suspirantes para “placearlos”, que los conozca la gente. Santo que no es mirado no es venerado, dice el dicho popular. Pero ni así lograrán obtener los treinta millones que consiguió AMLO por ellos mismos y es por eso que en sus pre, pre, pre campañas se siguen colgando de la fama del ídolo de Macuspana.
Y mucho menos podrán alcanzar ese respaldo electoral si se mantiene la abstención que se ha venido manifestando en las elecciones que se realizaron el año pasado y las que se realizaron apenas hace unos días en las que la mitad de la gente no está votando. Y entre los que más han dejado de votar son los pobres. Cierto que en las elecciones presidenciales aumenta el porcentaje a favor, pero deben estar prendidas las alarmas, no sólo en Morena, sino en el sistema en general pues la gente, a pesar de la alternancia entre los capitalismos neoliberales y de Estado, está dejando de ver la democracia electorera como una opción.
Entonces, volviendo al punto inicial, la lucha entre los poderes ejecutivo y legislativo pasa más por crear una narrativa que le llene el oído al electorado afín a la 4T. Como cuando los gobernadores republicanos en gabacholandia se sueltan con sus discursos antimigrantes, racista, clasista, buscando con ello ganarse el apoyo de sus simpatizantes y alcanzar la candidatura republicana. Antes de que se me echen encima, no estoy diciendo que el discurso de AMLO sea antimigrante, racista o clasista. Lo que quiero decir es que está utilizando un recurso para atraer y aglutinar a sus seguidores y para que salgan a votar ahora que no estará él en las boletas.
Osease, eso de que se quiere acabar con el régimen de corrupción en el poder judicial con la propuesta de elegir a los magistrados por medio del voto popular es simple y mera politiquería pues.