Por Omar Nava Barrera
Algo que deja este tipo de eventos es un cúmulo de sensaciones de satisfacción y esperanza por el simple hecho de encontrarnos, de conocer trabajos concretos que resisten y re-existen en una estructura que constriñe, violenta en todo momento y niega formas alternativas autogestivas que buscan construir otras perspectivas de entender el mundo. Sin duda me gustaría enfatizar desde ya que el encuentro tuvo una fuerte perspectiva de género en los tres días de trabajo: pudimos observar que son tiempos importantes para las luchas feministas, trans y antipatriarcales, luchas que están construyendo constantemente desde el trabajo de educación popular.
Casi al inicio se puso sobre la mesa la importancia y la urgencia de un pensar decolonial en las formas de hacer educación con el análisis de “El fin del imperio cognitivo»de De Sousa Santos. Desde luego que problematizar la racialización de las cuerpas/cuerpos, las estructuras opresivas coloniales y el pensamiento colonial/racista, son tareas necesarias para construir otras pedagogías otras para formar perfiles de sujetas y sujetos otros.
Enseguida, las perspectivas antipatriarcales se hicieron presentes con la crítica a la literatura que históricamente ha perpetrado y sigue perpetrando la dominación patriarcal, pero que además forma un perfil de sujetos que cosifican y violentan, de tal manera que es importante evidenciar lo que pareciera parte del orden natural de la literatura occidental. Al poco tiempo, se presentó también un espacio comunitario autogestivo que resiste en la urbanidad: Casasola, una colectiva feminista que pareciera un islote entre el hiperindividualismo y la gentrificación, nos compartió su trabajo en contra de la violencia hacia las mujeres, niñas y adolescentes desde la educación popular. En este tenor, se expuso el teatro de las personas oprimidas desde un enfoque feminista, un reconocimiento de las cuerpas/cuerpos que resisten.
Casi al unísono, se abrió un umbral de reflexiones respecto a la urgente necesidad de seguir construyendo y resistiendo en espacios autogestivos en la urbanidad, pues como seres urbanos, estamos mediados por una descomposición social que ha destruido el tejido comunitario. En este sentido, desde la urbe queretana, también se compartía la misma inquietud y la alternativa que ya se ha comenzado a trabajar en la auto organización desde los afectos del Comité transbimarikalencha; instituto de ciencias pandemónicas. En este sentido, la disidencia pedagógica se entiende como cuirizar la vida desde la ternura radical, una resistencia performativa que encarna las luchas trans en una suerte de epistemología para resistir en libertad (Daken, 2023).
Pero también las expresiones de lucha en el seno de la educación institucional se mostraron con fuerza. La escuela como espacio seguro para las disidencias sexuales y la despatriarcalización en el ambiente educativo, son experiencias y propuestas bien concretas que se han ido tejiendo con compañerxs de la Pedagógica Nacional. Así mismo el Bachillerato Popular del instituto Kolping, un bachillerato cuyos cimientos se comenzaron a autogestionar junto con la Escuela de Pensamiento Crítico de la OPC-Cleta hace más de una década, y ahora tiene todo un trabajo pedagógico crítico y liberador en el norte de la CDMX.
Por otro lado, pero en el mismo sentido, el Museo Regional del Valle de Juárez: proyecto pedagógico comunitario desde la frontera norte, nos compartió su resistencia como espacio que cuida y enseña de nuestra historia, y que acompaña luchas como la resistencia de las mujeres juarenses. Y claro, no podía faltar la defensa del territorio, el cuidado y la defensa de la vida desde la pedagogía de sujeto y la sujeta de la Universidad Campesina Indígena en Red del Centro de Estudios para el Desarrollo Rural. Pone de manifiesto una de sus licenciaturas de vanguardia sobre Procesos Rurales Sustentables para una Vida Digna. Es donde la vida digna toma concreción desde una pedagogía otra, anticapitalista y para la liberación.
Es difícil tratar de sintetizar en un breve artículo todo lo encarnado y compartido en un encuentro con tantos brotes de esperanza. La firme intención es seguir tejiendo redes organizativas, trabajos autogestivos y colaboraciones concretas para darnos cobertura y acompañarnos en este largo camino en el que, quedó de manifiesto que, seguimos resistiendo y derrochando dignidad desde las alternativas pedagógicas.