…pero que pinta de cuerpo entero a quienes han logrado que este pasquín llegue a darle una vuelta más al güero en los años recientes.
Ni son todos los que están, ni están todos los que son, conste.
El Machetearte satírico y de combate
En sus 23 años, muchos lo han considerado un simple panfleto, pasquín, folleto, libelo, afiche, volante, octavilla, etcétera, pero después de todos estos años de andar publicando tanta mentada y malos chistes a costa de los ricos, poderosos y famosos, finalmente este impreso ha logrado demostrar cabalmente que… ¡efectivamente es todo eso y hasta pior! Por eso ahora ya mejor ni intenta convencer a nadie de ser todo un periódico y en vez de hacer crítica, ha encontrado su verdadera vocación de combate haciendo gestos vulgares, señas obscenas, dedicarse a la vida loca y darle vuelo a la hilacha. Algún día la historia lo absolverá y la revolución se lo agradecerá.
Tú, querido lector
Cuando quieres enfrentar tu realidad te mantienes bien informado leyendo periódicos agitadores alternativos e independientes (y para colmo satíricos)… y cuando quieres fugarte de ella te metes futbol, telenovelas y chismes en las redes. Pero aunque a veces te gane la cosquilla, en el fondo sabes que la tele y la radio son harto mentirosas; así que para recordar tú condición de prole te chutabas los cuentitos de Rius para formarte ideológicamente y la Familia Burrón para tomar consciencia de clase. Ya sólo te falta dar el pasito final de organizarte, mas prefieres estar aquí perdiendo tu tiempo leyendo estos ridiculums curriculums. A pesar de todo, no eres gacho y continuas cooperando pa´l papel y la tinta.
Los distribuidores
Mezcla antropomórfica de punket@s, darket@s, toda clase de malafachas y hasta un@ que otr@ estudiante bien portad@, han sido la chilanga banda que conformó la distribución durante veintitrés añejos y que en lugar de comportarse como dios manda prefirieron vocear y distribuir el Machetearte en todo lugar donde se sigan juntando multitudes revoltosas. Han sido cientos de compas que motivados por fuerzas oscuras y tal vez confundiendo el anarco-comunismo con el narcomenudismo, le cayeron al Machetearte, pero lo importante es que eligieron lo primero a lo segundo y una vez estando aquí, el periódico ya nunca pudo deshacerse de ellos (pero no se los digan porque con tal de llevar la contra son capaces de quedarse aún más). Ojalá no se extingan jamás para que sigan siendo un mal ejemplo que aleje a cada vez más almas del “buen” camino. Amén.
José Alfredo Jiménez
Con semejante nombre a cuestas, desde su infancia buscó el amor en bares, cantinas, cervecerías y pulcatas de Coyoacán, hasta que por fin, cansado de que únicamente los ricos consiguen ser bohemios y los pobres se quedan en simples teporochos, decidió tomar el lápiz para aplicar lo que aprendió en la ENAP y se puso a ‘machetear’, convirtiéndose así en un dibujante de monos, y ahí sí, no canta mal las rancheras. Ya siendo abuelito lo único que ha conquistado es la banqueta, que para él, es la neta.
Melchor López
Él cree que es narrador y periodista, sin embargo ni comenta, ni opina; así que en vista de tanto éxito no obtenido, ha determinado reportear para periódicos que nadie lee. Es así como acabó balconeando intimidades ajenas para no quemarse con las propias. Con su grabadora apunta y dispara a todo lo que se mueve, menos a su alter ego porque no lo pela; intenta entrevistarse a sí mismo mediante la tabla ouija, pero le devuelve puras groserías. Ya sin más opción que la docencia, imparte talleres y da clases en la Facultad de ‘polacas’ donde se desquita con sus alumnos para no agarrarla contra sus lectores.
Gonzalo Lara
Empezó como tallerista de redacción, pero su obsesión por el lenguaje le llevó al fracaso y para desahogar su frustración golpea furiosamente una bataca tocando música punketa al tiempo que emite sonidos guturales escandalosos en un idioma florido que ni los antropólogos lingüistas de la UNAM, donde labora haciendo como que no mata una mosca, han logrado descifrar; mientras tanto hace corrección de estilo y cápsulas de radio sin que nadie lo cuestione por aquello de que es peligroso despertar a un sonámbulo.
Carmen Escalante
Pedagoga de vacación, feminista de vocación y melancólica por equivocación, hace entrevistas, reportajes y de su pluma nacen poemas de amor y desamor esperando que por accidente algún día una rica editorial la descubra y la lleve a la fama, como eso solo ocurre en las telenovelas, publica en sus redes al más puro estilo de la doctora anti-corazón, interesantes consejos para evitar coger marido, en donde también presenta modelitos que demuestran que quien diga que las feministas no pueden ser femeninas, está pero si bien tarugo.
Iván Pinzón
Necio docente que se niega a aceptar que es mejor vender cualquier cosa afuera del metro que dedicarse a defender la educación laica y gratuita, insiste en enseñar a sus alumnos, que se quedan dormidos en clase cuando empieza a echar sus rollos políticos, pues ya chole. Como para su desgracia ya pasaron los tiempos en que les podía despertar arrojándoles el gis o mejor aún, el borrador, ahora lanza crónicas y artículos a diestra y siniestra para despertar conciencias, el caso es dar lata para no dejar descansar, ¡qué afán de veras!
Moisés García, don Moy
Nadie sabe a ciencia cierta cuál es su origen; distribuye Machetearte desde antes de que existiera el Machetearte. Ronda todas las líneas del metro y a la vez ninguna. De espíritu alegre y bullanguero nunca se sabe dónde anda pero cuando se le invoca aparece. Harto de patrones explotadores, su pensamiento es: “en la lucha venceremos, pero en este mundo cruel, para comer ¡Venderemos!”, y no es para menos ya que ofrece materiales editoriales patito y pirata pa’ completar la renta, el teléfono y la luz. Marx lo guarde mucho tiempo, pues nos enterrará a todos.
Lidka Millán
Era tan joven cuando la dejaron en la puerta de Machetearte que llegó envuelta en un cascarón, no obstante lo que le faltaba de conocimiento le sobraba de inexperiencia, y todavía. Dice que de grande quiere ser artista plástica o en su defecto fósil universitaria en la UACM, pues su lema en la vida es “Más vale dormir tarde que morir de sueño”. Como su pasión es el reciclado, decidió convertirse en escultora de catrinas y alebrijes con lo que le caiga a la mano (quesque pa’ salvar el planeta). Desde entonces se volvió feminista y la perdimos para siempre (ha hecho de todo pero aún estamos averiguando que hace en el Machetearte).
Sirahuén Millán Su verdadera vocación es guardar silencio, pero él no lo sabe, por eso habla tanto. Mientras lo averigua, escribe y censura escritos con un criterio bipolar entre vulgo y culto. Egresado del Poli, como ingeniero fue buen tortero. Y como la vida es necia, desilusionado de la industria, hoy dirige la rebelión de los peones en un tablero de ajedrez. De origen rojo como el infierno y humor negro como el pecado, es ateo sin remedio gracias a Dios, y sólo por eso que el diablo no lo perdone, pues cambio la empresa por el periodismo sin paga, ¡Qué herejía!