Por Nino Gallegos, para APIAvirtual
Slavoj Zizek en Demasiado tarde para despertar: ¿Qué nos espera cuando no hay futuro?, solamente se mira lo que se dice y se hace en el mundo de las sombras espectrales:
“Con la invasión rusa de Ucrania, hemos entrado en una nueva fase de lo que significa la guerra. Lo nuevo no es solo que ambos bandos tengan armas nucleares y que esté surgiendo una nueva retórica (Putin ha dejado claro que Rusia está dispuesta a ser la primera en usar armas nucleares). Nos acercamos a una tormenta perfecta, en la que toda una serie de catástrofes (pandemias, calentamiento global, escasez de alimentos y agua, guerras…) se refuerzan mutuamente, lo que significa que la cuestión no es simplemente si hay guerra o paz, sino más bien si nos adaptaremos a un estado de emergencia global en el que nuestras prioridades deban cambiar todo el tiempo. Lo que necesita una explicación es la locura básica de la situación: en un momento en el que en general se acepta que nuestra propia supervivencia está amenazada por razones ecológicas, y cuando todo lo que estamos haciendo debe subordinarse a hacer frente a este peligro, de repente la principal preocupación se ha convertido en una nueva guerra que solo puede acelerar nuestro suicidio colectivo”.
El estado de emergencia global es la guerra criminal con la paz sepulcral del genocidio en la Franja de Gaza-Palestina, sin más justificación que el derecho de Israel a defenderse por el ataque de Hamas, quedando los escombros humanos bajo los escombros materiales, lo que para el Derecho Internacional Humanitario es el espacio vital con el espacio mortal, dónde y cómo aplicar el Estado de Derecho y los Derechos Humanos con los crímenes de guerra y de lesa humanidad, cuando el retiro a descansar es una tregua para tener la solución final de lo que debe finalizar en paz con la guerra sepulcral en las redacciones de las notas informativas en Al Jazzera, RT y CNN, no es que la verdad sea la primera víctima de la mentira y que las imágenes valen más que 50mil muertos con más rictus y rigor mortis en mortajas blancas que palabras en la Franja de Gaza, no sin antes los muertos en Ucrania y Sudán, porque lo de Ruanda fue primitivamente selectivo en el rastro público como civilizadamente en el matadero público en Yugoslavia, porque lo que antecede en el pasado en el presente procede con las razones, sobrehumanamente, inhumanas, en lo humano y en lo ecológico, y si el suicidio colectivo es por propia mano armada en el ser humano en su entorno propio y ajeno con las invasiones del complejo industrial militar al complejo industrial humano, el futuro, es el futuro pasado por el presente, Rimbaudianamente, al revés: “la eternidad es el sol combatiendo contra el mar”, o, en “Grueso como un ladrillo” de JethroTull:
“El poeta y el pintor
The poet and the painter
Colando sombras en el agua
Casting shadows on the water
Mientras el sol juega en la infantería
As the sun plays on the infantry
Volviendo del mar
Returning from the sea”.
Si al principio fue el verbo, al final será el hecho, pasando en el pensamiento y en el acto desde el mundo de arriba al cielo de en medio a la tierra de abajo, la hibris de la desmedida y la psiquis de la egomanía de los hombres y las mujeres de buena voluntad sobre la faz-paz sepulcral de la tierra en onduladas dunas una caravana de camellos seguida por carros militares artillados en Medio Oriente.
Demasiado tarde para despertar: ¿Qué nos espera cuando no hay futuro?, tiene al frente la Democrazy-Made in Trump con El camino hacia el autoritarismo estadounidense ¿Qué viene después del colapso democrático?, de Levitsky y Lucan A. Way, a días y a noches en el mundo de las sombras espectrales, siendo para Trump maravilloso, porque fue Ucrania la que invadió a Rusia, los palestinos deben dejar la Franja de Gaza para construir un resort bajo el sol de frente al mar mediterráneo, Canadá una estrella más en la bandera de las barras, México está gobernado por el narcosicariato, mata a los gringos con el fentanilo, es terrorista y será droneado, aranceles por los carteles sino, más tormentas de mierda, lodo y sangre sobre en el país y en el mundo de las sombras espectrales.
En la Canción del Inmigrante, Led Zeppelin:
“Así que ahora será mejor que pares
So now you’d better stop
Y reconstruye todas tus ruinas
And rebuildall your ruins
Porque la paz y la confianza pueden ganar el día
For peace and trust can win the day
A pesar de todas tus pérdidas”.
Del nomadismo al sedentarismo, lo ancestral, lo antiguo y lo moderno nacieron, caminaron y se asentaron donde estamos parados: en el Antropoceno del complejo industrial militar y el complejo industrial humano-tecnológico, de la inteligencia natural a la inteligencia artificial, no existiendo ningún secreto íntimo y privado más que en lo público de las clases sociales con sus luchas de clases culturales del cinismo y el egoísmo, del odio competitivo racial entre loslumpenes-burgueses-proletarios de la “originalidad y la autenticidad” en el capitalismo-consumismo de lujo y funeral, de vigilancia y digital, los viajantes del turismo de masas en la reflotada y reexplotada Venecia, la Palmira rehecha en ruinas, las super pirámides-marchantas-tianguisticas mexicanas, a los inmigrantes, se les trata con la hermandad de no tener la condición humana de un ser humano sin pueblo ni patria, más que la garras de ropa en la mochila y los rastrojos de la identidad y la pertenencia en lo que lleva en sí mismo como hombre y mujer de un tronco familiar que ha sido devastado por el cambio climático y los conflictos, y si acaso se le olvida algo, el hambre y la enfermedad, la sombra y la soledad, se lo recordarán cuando sea demasiado tarde para regresar ante las fronteras de las trashumancia pastoreando la incertidumbre y la desesperanza, el desprecio y la crueldad, las estaciones inestables con la migración de los animales como ser humanos en el mundo de las sombras espectrales, pasando de la antigüedad a la modernidad con el derecho a la orfandad de ganarse su sombra y su soledad.
Un suicidio colectivo a cuentas gotas apresuradas por las tormentas de mierda, de lodo, y, de sangre sobre un reacomodo, a todo modo, del poder que para eso es: darse como el objeto del deseo solamente obtenido a voluntad de los hombres y las mujeres en una orgía-ideología de cuerpos y de mentes con el poder, el dinero y el sexo corpora(tiva)mente entre el autoritarismo competitivo y el terrorismo suicidad de la biopolítica en el capitalismo de lujo y funeral, de vigilancia y digital, sobrehumanamente, inhumano.