Por Nino Gallegos, para APAIvirtual.
Ante la gravedad mortal en el consumo de fentanilo, USA exige a México que combata la producción y la distribución del fentanilo y México exige que combata la producción y la distribución de las armas, quedando, de por medio, más acá y más allá de la frontera, los adictos gringos y los muertos mexicanos, lo que para Trump hay que acabar con los narcos y que sigan muriendo los adictos es lo anormal para Sheinbaum, pues eso del petate y el fentanilo del muerto no sucede en los laboratorios clandestinos y en los anexos públicos donde tratan a los adictos como si fueran los bendecidos de la Santa Muerte y los beneficiados del Bienestar Social, son el cinismo ético y la hipocresía moral de los lados gringo y mexicano, quedando contenidos y reprimidos los migrantes con un trato rasero y racista, negando México que sea el tercer país que USA le ha impuesto con la amenaza de los aranceles y una invasión “suave” para atacar el narcosicariato que, en relación a la soberanía es como la seguridad nacional: blindada, agujerada y violentada política y criminalmente en el país de las sombras espectrales.
Lo que re-empieza en 2025 tiene la trazadura de antes con lo de ahora en la continuidad-discontinuidad por los asuntos públicos y los problemas sociales, acumulados y despojados internamente y expuestos todavía a que la mejor política exterior es la interior hasta la simulación de la corrupción y la impunidad y el simulacro de la violencia y la impunidad: los golpes fácticos y mediáticos espectaculares como los de Garcia Luna y el máximo del Gral. Cienfuegos tienen la elasticidad de estirarse y tirarse a fondo flotando superficialmente sobre la estructura ausente con el poder, a todo modo, y, de un solo modo, el presidencial de la President(a) en que la seriedad y la gestualidad en el rostro de cera es el gobierno de los millonarios con el gobierno de los pobres, cuando ahora sí porque antes no, la simulación y el simulacro estarán con lo mismo y lo diferente en la verdad, la ley, y, la justicia, confiscándole a lo chino con lo gringo, porque Taiwán no es México, ni Siria tampoco, porque en Dinamarca algo huele a podrido, y no son los muertos, los feminicidios y los desaparecidos, ni la calidad de la salud y la educación,pese a que en los Países Bajos, la Mocromafia droga a los jóvenes, mata, violenta y criminalmente, al periodista Peter de Vries.
El petate y el fentanilo del muerto con que Biden-Trump le ponen a México en el santiamén blanco y protestante de lo tortuoso con la democrazy, en la causa y en la consecuencia de la codependencia, viciada y medicalizada, USA es el portento del consumidor y México es el portento del productor-consumidor en el capitalismo-consumismo de lujo y funeral, no en la belleza como épica en una oda elegiaca del portento creador en el Aullido de Allen Ginsberg, porque el San Francisco de ahora no es el San Francisco de antes, porque las flores en el pelo no son los pastillas en el cerebro, reentrando USA como México a una crisis prefabricada por el amo y el esclavo del Norte Global, quienes al verse las caras, la roja y la de cera, en el tercer país de la frontera y el traspatio, los convidados de piedra de los inmigrantes y los narcosicarios, seguirán siendo las drogas, las armas y las cruces en el Meridiano de sangre, poniéndonos en la mirada de lo que Cormac McCarthy se imaginó crítica, literaria e históricamente:
“Estuvieron de pie antes de que despuntara el día y recogieron y ensillaron sus caballos tan pronto hubo claridad suficiente. Las montañas eran de un azul puro en el amanecer y por todas partes gorjeaban pájaros y el sol cuando salió por fin iluminó la luna allá en el oeste y quedaron así enfrentados a una punta y otra de la tierra, el sol incandescente y la luna su réplica pálida, como si hubieran sido los extremos de un tubo común más allá de los cuales ardían mundos más allá de toda comprensión. A medida que los jinetes subían en fila india por entre mezquites y piracantas en medio de un suave tintineo de armas y de bocados el sol ascendió y la luna se fue poniendo y los caballos y las mulas empapadas de rocío empezaron a humear en carne como en sombra”.