La cultura subjetiva
Por Nino Gallegos, para APIAvirtual.
Cuando la ciencia objetiva se ambientaliza en los remedos y los remedios de una funcionalidad burocrática, la cultura subjetiva es un recurso que en la oficialidad es una inutilidad útil para la representación de una política cultural, donde el creador material o el autor intelectual, el intelectual orgánico, acomodado y reacomodado, a la izquierda y/o la derecha, de acuerdo o no, según el sapo o la rana, la pedrada de la señora Piedra a la vaca sagrada de Berman, la representación burocrática es la señora Rosario y la simplificación orgánica es la señora Sabina, de la izquierda por la derecha en la crisis renovadamente cultural con la revolución de las conciencias y el humanismo mexicano, porque los derechos humanos son nada más válidos en papel membretado, no siendo válidos en el tiempo y en el espacio de los vivos, los muertos, los feminicidios y los desaparecidos, empalmándose la posición-contraposición con la posición trasera rebasando el exEstado-Obrador a la posición delantera del Estado-Yo Claudia.
La media muerta de la ciencia objetiva con la media viva de la cultura subjetiva con los investigadores y los creadores, los periodistas del periodismo en libertad y en resistencia, la comentocracia, la conversación y la opinión en la plaza pública con las redes sociales, en el país de las sombras espectrales, son las que son en los temas y en los personajes,como si de la ciencia objetiva y de la cultura subjetiva, se traten, los autores intelectuales y los materiales, se entrecruzan por los centros bajos y los bordes altos, a cuadro y en recuadro, con un capital curricular académico, político, económico, social y cultural que la ciencia objetiva y la cultura subjetiva no satisfacen todavía a las Dos Bocas que son la de la izquierda con la de la derecha, no porque tengan un peso-contrapeso en sí y contra sí mismas, pues lo que no es una democracia política porque es una politiquería en su posición de una vieja y renovada burocracia, el rasero autoritario es la supremacía constitucional que para la ciencia (política) objetiva y la cultura (política) subjetiva, Marx, Weber y Gramsci se entrecruzan para trazar la fascia de la dictadura hegemónica y burocrática como forma de gobierno que surge del procesamiento artificial-electoral del capitalismo-consumismo pos(t)neoliberal, autoritario y conservador en su renovado traje-sastre (de y en) la investidura presidencial del expresidente y de la president(a).
Lo creíble de la evidencia es que no es una prueba por más que sea o no con la prueba del ácido, la rebaba del remedo y el remedio de la ciencia objetiva en la cultura subjetiva es lo que siempre se tamiza y se estigmatiza con el velo del pueblo en vilo, porque existan o no pueblo chico en la microhistoria, pueblo grande en la macrohistoria de la Historia Patria-Matria, nomás los pueblos fantasmas y desplazados, los pueblos mágicos y señoriales y sus caminos artesanados o artesanales con las cruces a un lado que nos llevan a Comala, donde, los murmullos, como los muertos, hablan