Por Nino Gallegos, para APIAvirtual.
Los actos y los hechos corresponden a los pensamientos y las palabras como encargos del ex_Estado-Obrador al Estado-Yo Claudia ejecutiva con la Morena legislativa y judicial (de y en) la supremacía constitucional, evidenciándose, de los pensamientos a las palabras, de los actos y los hechos, la corrupción y la impunidad, la violencia y la criminalidad han desaparecido y ejecutado a la Constitución, no existiendo más que el poder del narcosicariato en el territorio mexicano, amparados los mexicanos por la violencia política contra el poder político y el poder criminal.
El cinismo ético de Morena y la hipocresía moral del Estado-Yo Claudia (de y para) la supremacía constitucional y extorsional sin más arraigo que la perpetuidad temporal con la ley Vallarta delincuente de la criminalsupuercacorte nacional de justicia, a la que la presunción de inocencia solamente es posible en un rico empresario y en un narcosicario como a un diputado y un magistrado extorsionados, porque así lo eligieron el pueblo bueno y sabio con primero los pobres, estableciéndose el viejo y el renovado régimen político, iliberal, autoritario y conservador en la fascia de cera.
Sin las pruebas del pasado reciente y sí con las evidencias del presente se resiente con la acumulación del poder, a todo modo, la desposesión final al resto de los órganos autónomos, es vaciar, a plenitud, lo que al Estado de Derecho, la Constitución y los Derechos Humanos son el toque de piedra a los invitados de piedra con las lápidas de piedra y las fosas de tierra, conviviendo la prosperidad compartida con los vivos.
En “La izquierda como autoritarismo en el siglo xxi, “La genealogía del supremacismo moral” es:
“El supremacismo moral, entendido como un estar-más-allá de lo humano en su forma actual y pasada, que, como hemos visto, no consiste en enarbolar una moral en particular contra otra sino en sustituirla por la verdad extramoral”.
La verdad extramoral que es la autoridad moral como el autoritarismo del ex_Estado-Obrador en el Estado-Yo Claudia, es la continuidad-discontinuidad en un continuum del presidencialismo patriomatriarcal en la entropía de la publipropaganda con las tormentas de mierda, de lodo y de sangre, lo que autocráticamente es el cientifismo social a-crítico por a-normalizado que en “El obradorismo, fase superior del neoliberalismo”, por Ramón I. Centeno, observa:
“¿Ella revisará en algo la ortodoxia neoliberal? Siempre hay espacio para sorpresas, pero Sheinbaum ha descartado una reforma fiscal en su sexenio. A pesar de las limitaciones de la política social de ahora, lo cierto es que cuenta con gran aceptación: suficiente para eclipsar lo que el obradorismo dejó de hacer. En ese rubro, hasta hoy, no hay presión sustancial para correcciones ni medidas más profundas. La clase trabajadora no revirtió la desarticulación que le impuso el neoliberalismo y no cuenta con organizaciones que puedan servirle para anclar sus logros”.
Hasta antes de la 4T estamos hasta ahora de la 4t, tra(n)stornada en el cinismo ético y en la hipocresía moral, la corrupción y la impunidad, la violencia y la criminalidad con la carta de recomendación falsa del obispo Vera a la mujer con cara de Piedra, y lo que nos ha venido del pasado-reciente con el presente-presente es la falsa 4t en la revolución de las conciencias y el humanismo mexicano que la supremacía constitucional del ejecutivo, el legislativo y el judicial gobiernan en los actos y en los hechos con la Defensa y el Narcosicariato en los rastros íntimos y los mataderos públicos en el país de las sombras espectrales, para el cual no hay dos México(s), acaso el orden autoritario de uno y el caos criminal del otro, siéndose y haciéndose la similitud de lo mismo antes con los diferente ahora en la diferencia de los supremacistas morenos con los delincuentes de cuello blanco, porque el pueblo es la gente, en que los demás y nosotros somos los otros.
El exfoliante casero para la fascia de cera es la sedimentación de la transformación después de un mes de las tormentas de mierda, de lodo, y, de sangre en lo que se acumula y desposesiona un proceso similar a la similitud de lo mismo con lo diferente: distinguir a la mujer del hombre, más no separar al padre político de la hija política, porque la trazabilidad en la trama que es la urdimbre de la investidura presidencial que es la hechura femenina sobre la hechura masculina, son los actos y los hechos, a los que Jean Baudrillard:
“Hemos llegado al punto en el que nuestras vidas están tan dominadas por la realidad simulada que apenas podemos distinguir entre lo real y lo falso”.