Por Nino Gallegos, para APIAvirtual.
Lo que en el país de las sombras espectrales se siente políticamente y se interviene existencialmente en la vida/esta es la vida/otra, que la posibilidad de una transformación autoritaria sea una gravedad mortal de la corrupción y la impunidad, la violencia y la criminalidad de los rastros íntimos a los mataderos públicos, tanto en una situación-condición como en una a-normalización psicopolítica-patológica, donde la posición y la oposición son la transtornación política en la inexistencia del Estado de Derecho y sin los Derechos Humanos en una supremacía ejecutiva, legislativa y judicial en la extremaunción de la verdad, la ley y la justicia ante el poder, a todo modo, iliberal, autoritario y conservador, en México, para Larry Diamond en “Cómo poner fin a la recesión democrática: la lucha contra la autocracia necesita un nuevo manual”, pues:
“Una decisión de Andrés Manuel López Obrador como presidente saliente podría erosionar aún más el precario estado de derecho del país. Una nueva enmienda constitucional exige que todos los jueces sean elegidos por el pueblo, lo que socava la independencia del poder judicial y pone en riesgo el futuro de la democracia del país”.
“En México, la independencia judicial y de otras instituciones fue suficiente para limitar el deslizamiento autoritario. Esa limitación se levantó con las elecciones de junio, cuando el partido de López Obrador ganó suficientes escaños en el Congreso para impulsar un cambio constitucional”.
Lo que haya ideado-ideáticamente el exEstado-Obrador para la reforma judicial es que el Estado-Yo Claudia le esté dando continuidad con el empirismo científico autoritario presidencial, echándole la mano civil, fiscal y militar con la morena de los senadores y los diputados (de y para) la supremacía metaconstitucional, el pueblo bueno y sabio es la víctima y el victimario con la gente como posición de que no hay poder sobre la tierra que pare el poder, a todo modo, en el país de las sombras espectrales, dando un ejemplo ético y moral, corrupto e impune, violento y criminal al encubrir públicamente a Rocha Moya, el diputado Monreal y el senador Augusto, el justo, viéndose con qué justeza se hace un ajuste-justiciero y judicial, transparente, de cuentas, del borrón sangriento y en una renovada cuenta de muertos y desaparecidos en Sinaloa, con los jinetes de la divina providencia en el rojo camino a Sabaiba, reencontrándose Rulfo y Liera con la Agripina de Luvina, echándole madres a los padrotes de La Chingada de Rocha y Obrador.