Por el Colectivo Híjar
Fuentes: https://desinformemonos.org
Sin preámbulo, Lengualerta arrancó a cantar con todo su cuerpo la exigencia de libertad construida por la resistencia popular a la impunidad de los culpables principales. ¡Fue el Estado! es la verdad histórica necesaria de asumir por la lucha justiciera de las comunidades en resistencia. Claro, preciso y combativo, Lengualerta convoca a todos y todas con su canto libertario materializando su acertado nombre.
En el Museo del Chopo, la conmemoración del X aniversario del crimen de Estado en Iguala contra los estudiantes de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” en Ayotzinapa, siguió con Taller del Sur con canciones emblemáticas: “Ayotzinapa” que narra el crimen y la urgencia de activar su memoria a favor de la verdad y la justicia. “Arrímate, arrímate al campesino, al obrero, al estudiante” convoca a la solidaridad combativa que precisa poner el cuerpo en todas las justas luchas. “La barricada” compuesta en homenaje a ese recurso popular en Oaxaca 2006 en lucha contra el gobierno rapaz y represivo de Ulises Ruíz, ha sido transformada en canto contra toda opresión. Interpretada por todo el público que tomó los varios instrumentos disponibles: botes, campanas, maracas y güiros, para acompañar los coros y gritar, a todo pulmón, que somos de las barricadas y así, situarnos en la batalla.
Zeiba Kuicani con su voz extraordinaria fue acompañada por músicos extraordinarios de La Mala Mata: trompeta, percusiones y cuerdas. Conmueve su voz clara y potente convocando a sumarse a la defensa de las mujeres en lucha y a sus demandas de igualdad por la justicia y la memoria histórica. Bellas canciones poéticas, alguna con rap incorporado.
Digna conmemoración del décimo aniversario iniciada con la colocación de varias estructuras metálicas para soportar los retratos de los 43 + 3 normalistas agredidos por las fuerzas armadas mandadas por los funcionarios del Estado el 26 y 27 de septiembre de 2014. El memorial fue colocado en la parte trasera del antimonumento +43 sobre Paseo de la Reforma, al calor de la enorme marcha exigente de verdad y justicia.
La lucha por la verdad, la justicia, el castigo a los responsables y las garantías de no repetición, rescata del olvido oficial y mediático los nombres y los orígenes de las víctimas.
Los trabajos de herrería y albañilería corrieron a cargo, como siempre en la instalación de los antimonumentos, de esforzadxs compañerxs que cargaron, cavaron e instalaron todo cobijados por ordenados familiares de víctimas de desaparición forzada de todo el país que rodearon y protegieron la instalación del memorial. Un contingente de los Pancho Villa Independientes también resguardaron los trabajos. El acto fue acompañado por una comisión de las Madres y Padres de Ayotzinapa y la combativa bendición del padre Arturo Carrasco. Nada de esto impidió la destrucción de varios de los mosaicos horas después de su colocación.
La lucha sigue, los rituales de abajo y a la izquierda motivan y alimentan a todxs aquellxs que no olvidan, no perdonan y no se reconcilian. El conteo de los 43 respondido por el grito final de ¡justicia! es elocuente y estremecedor, en especial cuando es coreado, junto con otras consignas, por los disciplinados contingentes de normalistas de todo el país, cada normal con su respectiva manta encabezando a muy jóvenes normalistas que se desgañitan en el grito por quienes nos faltan, futuros maestrxs iguales a ellxs, sus compañeros, sus hermanos. Quienes los vemos y los escuchamos entendemos porqué son la esperanza de América Latina. Movimiento organizado, consciente, en pie de lucha, tan lejos de aquellxs que en su aparición repelen toda solidaridad y empatía con las justas causas, constituyendo lo que Alan Touraine (¿Podremos vivir juntos?, 1997, p.122) denomina “antimovimientos”, resguardados solo en su identidad sin procurar ni generar relaciones sociales con otros actores, clausurando la unidad necesaria. Y no es que nos asuste la radicalidad pero la violencia per se no es sinónimo de acción directa contenciosa.
Por la mañana del día 28 de septiembre, se preestrenó el documental “Este arte que abraza” en el auditorio del Centro Cultural Universitario Tlatelolco. La nueva producción del colectivo Ojos de Perro vs la Impunidad da cuenta de las manifestaciones artísticas acompañantes de Ayotzinapa, principalmente de proyectos colectivos pero también de individuales trabajadores del arte y la cultura tan valiosos como Francisco Toledo o Gabriel Macotela, entre otros. Poner la imaginación y la creatividad al servicio de la verdad y la justicia, construye la dimensión estética necesaria de todo movimiento social al interpelar con canciones, gráfica, coreografías, murales, acciones performáticas, los sentimientos, los afectos y las sensaciones que dan lugar a ideas, percepciones y mentalidades. Apreciar todo el material reunido, ver sus puestas en acción, sus procesos de realización, resulta inspirador para reconocer el enorme trabajo de aquellxs que, como dice Eduardo Galeano, encienden “fueguitos de la identidad, la memoria y la esperanza” contra aquellos artistas que “reivindican el privilegio de la irresponsabilidad”. El documental estará presentándose a partir del 9 de octubre en el marco de DocsDF.
En este sentido se inscribe la exposición de Carlos Soto en el Museo Nacional de la Estampa: “Crear, destruir, preservar”, dedicada a 4 acontecimientos que nos marcaron a todos: las violencias contra las mujeres, la pandemia por el Covid, el sismo de 2017 y Ayotzinapa y en todos, la puesta en relieve de las colectividades organizadas. En particular, en las piezas dedicadas a Ayotzinapa integró emotivamente a los 43 más los 3 asesinados: medio rostro de Bernardo con los ojos de Alexander con la boca de Benjamín, con la frente de Julio César, y así sucesivamente. Collages y texturas gráficas bien logradas, materialidades con propósito significante en dos piezas destacables: un cuadro y un cubo tridimensional realizado con los fragmentos de los soportes de linóleo recortados en donde realizó los excelentes retratos. Los 43 + 3 construyen un solo sujeto colectivo, signo político, que se muestran y mantienen juntos en todas las expresiones artísticas que han inspirado, su rostro no aparece por separado más que en las pancartas y lonas que portan sus dolidos madres y padres en lucha permanente desde aquel 26 de septiembre de hace 10 años y aún así, se colocan uno junto al otro. Sus retratos y el numeral 43 son ya símbolos de tiempos infames.
En la misma exposición se incluyen vitrinas con el proyecto colectivo “Postales por Ayotzinapa”, realizado por Edén Bastida y Hugo Vidal con origen en Buenos Aires en el marco de las protestas por la jornada criminal contra los normalistas que los llevaron a intervenir, en un primer momento, la Av. México de la ciudad porteña con sus 43 esquinas. La colección de Postales resulta de una convocatoria abierta a una acción poético-política que retoma el arte-correo, reúne las postales realizadas por más de 90 autores, individuales y colectivos, de muchos países; pronunciamientos visuales realizados en técnicas muy variadas en un mismo formato, muestra del despliegue de solidaridad mundial aún vigente.
Ambas exposiciones son excelente muestra de la creatividad, el dominio técnico, la gráfica sensible y la praxis estética para interpelar sobre asuntos urgentes, acontecimientos que no dejan de acontecer.
“Ahora, ahora se hace indispensable presentación con vida y castigo a los culpables”, surge de las organizaciones de familiares de víctimas de la desaparición forzada, de las mujeres violadas en todos sus derechos humanos, de las comunidades indígenas en lucha contra caciques y empresarios criminales y megaproyectos devastadores del buen vivir. Los emprendimientos colectivos y las ritualidades políticas marcan formas de ser de las luchas comunitarias, abren espacios de relacionalidad social y refuerzan las convicciones. Bienvenidxs.