Por Nino Gallegos, para APIAvirtual
No es nada más lo que dijo la presidenta electa, sino también lo que haga la presidenta en funciones, siendo y haciendo lo que le corresponda-responsablemente como presidenta de todos los mexicanos, tratando de equilibrar la posición y la oposición sin el discurso de la polarización y la confrontaciónen el poder, a todo modo, pues cuando se tiene todo el poder, lo que se debe compartir es todo el poder para todos, puede serse y hacerse con lo realizable en una-unidad abierta, autocrítica, no autoritaria y sí democrática que refuerce la seguridad nacional con la civilidad del Estado de Derecho y los Derechos Humanos con la verdad, laley y justicia (de y para) todos los mexicanos.
Incluido o no, el plan C, en la elección presidencial, el Estado-Obrador, la 4T y Morena están trabajando como si fuese el primer año del último año del sexenio en el presidente porque sigue el sexenio de la presidenta en la continuidad-discontinuidad 2018-2030, no sabiéndose qué prosperidad compartida compartiremos todos los mexicanos con el bienestar social, cuando la revolución de las conciencias y el humanismo mexicano tienen el rostro inhumano del narcosicariato territorial y nacional con el amor a la patria y al pueblo mexicano, pues antes para los chiapanecos Guatemala era Chiapas y Chiapas era Guatemala para los guatemaltecos más con la cosmogonía indígena-campesina compartida, y no, con la cosmo(a)gonía partida en dos con la dictadura militar de antes y la maña narcosicaria de ahora, yéndose y viniéndose los chiapanecos y los guatemaltecos, cerca de La Chingada, donde va a morar el Capataz porfiado y porfiriano del Sur, con las caras y las fascias del autoritarismo que el subcomandante Marcos le ha puesto al Estado-Obrador como parte del poder, a todo modo, en el presidencialismo mexicano.