Por Nino Gallegos, para APIAvirtual.
Desde el ataque al World Trade Center, USA, pasó desde USA para USA, multipolarizándose la geopolítica unilateral desde USA a Rusia-China como de Rusia-China a USA con el Norte y el Sur Globales en un cerrar de filas en lo diplomático, comercial y militar en los conflictos regionales, nacionales e internacionales Rusia-Ucrania e Israel-Palestina, la inacción de la ONU y la expansión de la OTAN, no habiendo nada y nadie de por medio cuando alguien céntrico es periférico en la comunidad internacional, de la coexistencia pacífica a la amenaza nuclear, dejando que los muertos ucranianos y palestinos sigan siendo y haciendo las estadistestificaciones del ser humano sean la condición humana que se trata de sobremanera humana e inhumana en el capitalismo de lujo y funeral, de vigilancia y digital con la estupidez de la inteligencia natural y la imbecilidad de la inteligencia artificial.
Lo que sabemos y lo que conocemos es lo que vemos, escuchamos, olemos, tocamos y gustamos en la salud y en la educación, en la enfermedad y en el hambre, en la corrupción y en la impunidad, en la violencia y en la criminalidad como en la indolencia y en la indiferencia en el mundo de las sombras espectrales, multipolar versus unipolar, de los complejos industriales militares a los complejos industriales humanos.
Los Estados-nación, en el mundo de las sombras espectrales, alineados y-o alienados o no, gobernantes y gobernados por partidos políticos de las derechas y/o de la izquierdas con los ciudadanos sociales y los faniáticos ideológicos, los sabios y los bondadosos, los ignorantes de los pobres, los cínicos de los políticos y los egoístas de los ricos, de las inclinaciones más a la conveniencia que a la convicción, de la cantidad a la calidad, la estupidez y la imbecilidad con la miserabilidad de los gobernantes a los gobernados, nos hace más semejantes a ser desiguales entre la gente y los demás, los otros y nosotros en los Estados-nación, los ruidos mediáticos con los sonidos metálicos, son la orfandad del ser humano en la condición humana y en la soledad en el mundo de las sombras espectrales.
Los hombres y la mujeres tenemos la misma y la diferente rajadura de la pasión y la traición en la parte baja de la espalda entre las dos nalgas que es el culo en el mundo de las sombras espectrales con las tormentas de mierda, de lodo, y, de sangre en la resiliencia del feng shui y en la resistencia al terror en el carpe diem y en el horror vacui de lo humano y lo inhumano, ¿resiéndose y rehaciéndose lo mismo y lo diferente en lo que fue el primer cuarto del siglo xx con el primer cuarto del siglo xxi?
El progreso y la modernidad, la ciencia y la tecnología hasta el extralímite en el techo de cristal en el mundo de arriba, en el cielo de en medio y en la tierra de abajo, poniéndole un paisaje como lo vio y escribió Salvatore Quasimodo:
“Cada uno está solo sobre el corazón de la tierra
traspasado por un rayo de sol:
y de pronto anochece”.
Mitologías, analogías y tecnologías con Prometeo y el robo del fuego a los dioses para los hombres, el castigo: un águila picoteándole el hígado que se le renovaba día a noche para amanecer(le) fresco para el repicoteo del águila; ahora, a los hombres se les ponen piezas de recambio por órganos, aunque las enfermedades mentales de los “comunistas” Putin y Jinping con las senilidades en los capitalistas de Biden y Trump, están a las ordenes del día a la noche para amanecer vislumbrantemente militares y nucleares, la nuda vida es la vida nula, la vida-esta con la vida-otra.
La reiteración histórica como reverencia y referencia, en George Santayana está en la sentencia, “Los que no pueden recordar el pasado están condenados a repetirlo”, empezando en el siglo xx y reempezando en el siglo xxi, acumulándose y desposeyéndose los años con los pensamientos y las palabras, los actos y los años, “del olvido al no me acuerdo” rulfiano, en lo simple y en lo complejo de una simplejidad existencial como para no tomarse en serio las cosas o porque “la vida no es muy seria en sus cosas”, porque se quiera o no, una vida violenta es una muerte criminal con la corrupción y la impunidad en el mundo de las sombras espectrales, sean por las armas de las guerras y por las drogas, las operaciones militares y mentales especiales en Ucrania, Palestina y México es que cada quien se situé en los huesos cardios del corazón y de la memoria para reacomodarnos entre la vida y la muerte cuando en la vida no es muy seria en sus cosas:
“Ella bien se daba cuenta de lo que la vida acostumbra a hacer con uno, cuando uno está más descuidado”.
Porque la vida de los soldados rusos en rublos y la vida de los soldados ucranianos en grivnas valen más muertos que vivos, y, los palestinos no valen nada para los israelíes; que la vida no vale nada para los muertos, los feminicidios y los desaparecidos mexicanos con el superpeso mexicano, porque la defensa de la vida es la ofensa de la muerte, secular, existencial y mortalmente, lo que sabemos y lo que conocemos es que la ONU humanitaria y la OTAN humanimilitarista que en el tiempo cumplen años y en el espacio expanden procesos en Estados-naciones, la singularidad es la seguridad y la pluralidad es la democracia de la comunidad internacional, Ucrania es la cabeza y la Franja de Gaza es el cuerpo y los miembros desmembrados han sido la acumulación y el despojo de la primera-segunda y tercera guerra mundial en la geopolítica estratégica de la diplomacia con la banalidad del mal-militar y la a-normalidad del bien-humaniutilitario, porque la senilidad de la vejez es la estupidez de los viejos y la miserabilidad los jóvenes gobernantes, para quienes nuestro Estado de Derecho y nuestros Derechos Humanos solamente cuentan para el capitalismo-consumismo de lujo y funeral -tasado y tasajeados-en los huesos cardios, los corazones y las memorias con el carpe diem del amor vaciado en el horror vacui del odio, viniendo Cioran para salvarnos:
Podemos imaginarlo todo, predecirlo todo, salvo hasta dónde podemos hundirnos.