Por Nino Gallegos, para APÍAvirtual.
Si el Estado-Obrador con la 4T ha producido su propio pasado, su propio presente y hasta su propio futuro 2018-24-30, ¿porqué siempre está justificándose con los mismos de antes con los diferentes de ahora en el No Somos Iguales?
El interregno final-sin final-transexenal está-rá en la imperiosa necedad cuando AMLO deje de serse y hacerse el Estado-Obrador, acumulando obras mal acabadas y desposeyendo el Estado de Derecho y los Derechos Humanos.
Casi al final-sin final, el Estado Obrador es lo que hace, la cantidad y la acumulación, la calidad y la desposesión del desmantelamiento al despojo en los rastros íntimos y en los mataderos públicos del Estado de Derecho y los Derechos Humanos, la inseguridad para los adentros y la soberanía para las afueras: la mejor política exterior es la interior con sus viscerales dentros exteriores, rosas y rojos narcosangrientos, escurriéndose y corriéndose en Latinoamérica y el Caribe.
La justificación del pasado por el presente en lo que fue, lo es y lo será como discontinuidad continua de Fox a Obrador (de y para) la cultura política del PRI a MoReNa, son la misma y la diferente con más corrupción e impunidad, violencia y criminalidad que por haberse-a verse transformado el sistema político con la revolución de las conciencias y el humanismo mexicano, en el país de las sombras espectrales, los debates-INE, en el reflejo acrítico de los formatos y los contenidos, ponen y exponen la tautología de dos mujeres y un hombre que:
“En las disciplinas de la lógica y la retórica, se emplea el término tautología para referirse a aquellos enunciados autoevidentes, obvios o redundantes, o sea, que resultan verdaderos desde cualquier posible interpretación, pues se explican y afirman a sí mismos. Por ello, una tautología es un argumento falaz, inválido, vacío”.
Que resultan supuestos-verdaderos y falsos-mentirosos desde cualquier posible interpretación-imaginación crítica verdadera en la supuesta verdad histórica y en la mentira de la transformada historia patria (de y para) la democracia en la cultura política mexicana con la 4T, vivida y sobrevivida, muerta y feminicida, desconocida y desaparecida con la pruebas existenciales y mortales, de que la vida antecede en el pasado, en el presente y en el futuro a la muerte para proceder con ella -porque tiene permiso- en lo que la nuda vida, en el país de las sombras espectrales, la vida no vale nada la vida, porque G. Agamben la imagina como una:
“Matriz oculta del espacio político de la actualidad porque irrumpe en el sistema político”.
No tan oculta cuando se transforma del rastro íntimo al matadero público, siempre y cuando, se niegue la verdad con la afirmación de la mentira, la que para los medios y las redes sociales son el eco de todas las voces y de todas las veces que se reiteran a favor o en contra de la réplica presidencial (de y en) el Estado-Obrador, a dos bocas, las que dicen la verdad bajo la lengua-misma-diferente de la mentira, perversamente, lamentable, egoísta y cínica:
La peor verdad-mentira lamentable del Estado-Obrador es su investidura presidencial como la de Fox, Calderón, Peña, a la cuarta potencia transformadora de Obrador, obrando como el Estado-Soy Yo, en el cuarto lugar del ranking mundial político, por debajo de Bukele y Putin, así como segundo lugar en el ranking latinoamericano por debajo de Bukele, a quien el Estado-Obrador con primero los pobres y el pueblo bueno y sabio le financiaron “30 millones de dólares, en el marco del programa Sembrando Vida”,no sabiéndose si los transformó en bitcoin como cosecha acuñada y corrompida en metálico para gasto personal, como el plan del Estado-Obrador“de entregar 110 dólares mensuales a migrantes deportados de Venezuela, Colombia y Ecuador durante 6 meses”, las cuentas ajenas y externas las pagan-los paganos propios e internos, los inmigrantes latinoamericanos y los ciudadanos mexicanos del Estado-Obrador, a quien la perversidad lamentablemente es egoísta que si lo situamos en “El odio a la democracia”, Jacques Ranciere, lo define:
“Identifiquemos estos consumidores ávidos a una especie social histórica, el «hombre democrático». Acordémonos, en fin, de que la democracia es el régimen de la igualdad y podremos concluir: los individuos egoístas son los hombres democráticos. Y la generalización de las relaciones mercantiles, de las que los derechos del hombre son el emblema, no es otra cosa que la realización de la exigencia febril de igualdad que trabaja los individuos democráticos y arruina la búsqueda del bien común encarnada en el Estado”. En los días y en las noches con las mañaneras y las adormideras en la justificación del pasado por el presente del Estado-Obrador, la ruindad y la miserabilidad con la perversidad y el egoísmo, lamentablemente, a nombre de la 4T, y no, de la democracia, no en los pensamientos ni en las palabras, no en los actos ni en los hechos, el sentido y el bien común no lo fue en el pasado, no lo es en el presente, y, no lo será en el futuro peorvenir, más que en la indiferencia ética y en la indolencia moral más humaniutilitarista que humana, en el país de las sombras espectrales.