Por Rómulo Pardo Silva, para APIAvirtual.
Los periodistas que trabajan para los empresarios de medios cada día informan de resoluciones, discusiones, acuerdos, desacuerdos, crisis, de gobernantes y partidos en los países.
Macron quiere enviar soldados a Ucrania, Scholz se opone a la entrega de misiles Taurus, el presidente Biden apoya a Israel, Zelenski se negó a un acuerdo con Rusia…
A veces señalan el poder en el estado profundo… ¿el asesinato de Kennedy?, los golpes de estado de los militares…
No se nombra a los señores de Bilderberg, Rothschild, Rockefeller, BlackRock, Vanguard…
Según el informe de CreditSuisse de 2023, el 1,1% de la población tiene el 45,8% de la riqueza de las familias de todo el mundo.
El 1% más rico de la población de la India poseyó el 40% de la riqueza durante 2023.
Según las noticias, los editoriales, los análisis de expertos e intelectuales de los medios los dueños centenarios de las industrias, bancos, tierras, minas, comercios, transportes… son sujetos pasivos en espera de lo que digan los políticos de gobierno, sujetos transitorios que después de algunos años desaparecen y generalmente se olvidan.
Sus fortunas se deben a la voluntad de la gran mayoría encomendada a los elegidos con sus votos. Los medios dominantes están obligados a señalar así donde reside el poder. Pero con frecuencia medios e intelectuales del cambio se centran en las mismas escenas de actores políticos sin hacer aparecer a los grupos de magnates que ejercen el verdadero gobierno.