Divinas Noticias.
Duele, duele el dolor
y más cuando esta llama
no extinta reaparece;
duele, duele la sospecha, el olor a sospecha.
La misma suspicacia
reaparece cada vez que se reinstala
en este dolor insoportable…
El recuerdo lacerante vuelve,
palpitante;
está allí la huella indeleble
como tatuaje de moda, plasmada
como trauma de la infancia…
Como dulce recuerdo amoroso que se niega
a escapar de la memoria:
como dos de octubre o diez de junio
que jamás
se irán del recuerdo colectivo,
de nuestra alma
y nuestro despedazado corazón;
o como mini – tumba, sepulcro
y morada
de aquellos abandonados hermanos
en el fondo de la tierra,
como infantes capullos calcinados
ante la fría mirada de la tele;
o peor aún: del telespectador,
cautivo cliente del mórbido producto
que le impone la pantalla.
Dolor que se nutre del mismo dolor.
Olas cargadas de llanto
Y dolor
anegan nuestras almas
y el recuerdo.
Mares de lágrimas inundaron
los hogares y las aulas;
ríos de sombra y tristeza
aún torturan el ánimo del barrio:
el llanto y el dolor
jamás acabarán
Por el Oldy
enero del 2024