Por Gilberto López y Rivas
Fuentes: rebelion.org
La cátedra Jorge Alonso recientemente publicó un libro más de su prolífica colección editorial: Internacionalismo crítico y luchas por la vida: hacia la construcción de horizontes futuros desde las resistencias y autonomías, de circulación libre (catedraalonso-ciesas.udg.mx/content/internacionalismo-crítico-y-luchas-por-la-vida-hacia-la-construcción-de-horizontes-futuros). Dedicada a la memoria de Pablo González Casanova, comandante Pablo Contreras, y coordinada por el antropólogo Francisco de Parres Gómez, la obra colectiva cuenta con capítulos de 19 autores del entorno solidario con el Congreso Nacional Indígena (CNI) y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), y que se sitúan en diversos territorios, luchas y procesos vinculados al pensamiento crítico necesario para enfrentar los desafíos globales de nuestro tiempo, cubriendo en sus casi 600 páginas, cuatro ejes temáticos que se interconectan y complementan: 1) el internacionalismo en el siglo XXI para transversalizar las luchas; 2) la importancia de las mujeres en los procesos revolucionarios; 3) otro arte, otra cultura y otros medios de comunicación, y 4) alternativas frente a la crisis global, precedidos de una introducción que anuncia cantos de esperanza y utopías realizables.
Desde diversas perspectivas, y con los matices y las variantes personales y profesionales de este abigarrado colectivo de saberes, en el libro se debate en torno a la policrisis global, multifactorial, civilizatoria y planetaria que vive la humanidad, y que se expresa en el cambio climático, la cada vez más peligrosa situación internacional por graves conflictos bélicos interestatales y propios del terrorismo global de Estado, que pueden desencadenar enfrentamientos estratégicos entre los bloques de poder mundial, las formas de acumulación capitalista militarizada y delincuencial, que cobran el carácter de conflictos armados internos no reconocidos y cruentos procesos de ocupaciones recolonizadoras de extensos territorios sujetos al saqueo corporativo, en el que participa con cada vez mayor frecuencia el llamado crimen organizado, provocando desplazamientos masivos de población en aumento, masacres, feminicidios y represiones de las resistencias comunitarias y de las clases subalternas que luchan por la sobrevivencia de la especie humana y por la vida en el planeta.
Precisamente en este adverso contexto a contracorriente que el CNI y EZLN plantean sus iniciativas que podrían ser consideradas esfuerzo denodado por construir el internacionalismo crítico del siglo XXI, al emprender la tarea inconmensurable de visitar los rincones de abajo y a la izquierda de los cinco continentes, para encontrar alternativas emancipatorias al colapso en curso que el capitalismo está provocando en todo el orbe.
El conjunto de los trabajos, de una manera u otra, reconoce el esfuerzo de los mayas zapatistas en lo que se ha denominado los aniversarios 40/30/20, esto es, los 40 años de la fundación de esta organización adscrita a la liberación nacional y que reivindica el zapatismo histórico, los 30 años del inicio de su levantamiento armado en el memorable 1º de enero de 1994 y los 20 años de la creación de los caracoles, una de las expresiones autonómicas de sus gobiernos de mandar obedeciendo. De alguna manera, y sin proponérselo, el colectivo autoral rinde homenaje a los hermanos del EZLN por este peregrinar por los ámbitos de una práctica política que, en el polo opuesto de la clase política y las izquierdas tuteladas, buscan el para todos todo, para nosotros nada.
Señalados como localistas y autonomistas radicales, los mayas zapatistas han insistido a lo largo de los años, en proponer iniciativas de largo alcance como la Convención Nacional Democrática en 1994, el primer Encuentro americano por la humanidad y contra el neoliberalismo en 1996, o Encuentro intergaláctico, la Marcha de los mil 111 zapatistas en 1997, la Marcha color de la tierra (2001), el Encuentro de los Pueblos Zapatistas con los Pueblos del Mundo (2007), el Festival de la Digna Rabia (2008), la extraordinaria experiencia de la Escuelita Zapatista (2013-14), y un año después El Pensamiento Crítico frente a la Hidra Capitalista, entre otros, y la singular iniciativa de buscar inscribir en la boleta electoral de las elecciones presidenciales de 2018 a la vocera del CNI, María de Jesús Patricio Martínez, y lo que ha representado la Declaración por la Vida, dada a conocer en 2021, que significa un singular llamamiento en defensa de la humanidad.
El libro en comento se constituye en una luz de rebeldías y sueños antisistémicos, que, como faro en la oscura noche de las traiciones, los pragmatismos y oportunismos de la política institucional y las izquierdas domesticadas, alumbra las embarcaciones para que arriben seguros al puerto del pensamiento crítico que no se cansa ni se rinde.