¿Libros de Texto Gratuito Comunistas?
Por Omar Navarrera
Hace un par de semanas en la asamblea popular de la OPC-Cleta en el Foro Abierto de la Casa del Lago (FACL) se abordó el tan polemizado tema de los libros de texto gratuitos. El espacio se abrió como una necesidad para informarnos, compartir expectativas y, sobre todo, entablar un diálogo democrático con el pueblo que pasa su poco tiempo libre de los domingos en el bosque de Chapultepec. Al respecto, creemos que ante ciertas controversias coyunturales es imprescindible construir canales de discusión (viables, de ida y de regreso) con la ciudadanía, es decir, donde todas y todos expresen sus inquietudes y perspectivas de la realidad inmediata para combatir la tan lacerante desinformación.
Desinformación, ignorancia, campañas de desprestigio, una falta de consciencia histórica y próximas elecciones presidenciales se entremezclan para generar un ambiente caótico que confunde deliberadamente a un grueso de la población. Los medios televisivos siguen pretendiendo (grotescamente) jugar el papel de educadores. Ahora resulta que sus comediantes (incluidos sus conductores de los noticiarios) son especialistas en educación y bombardean al espectador con opiniones arbitrarias cargadas de moralismos, un rancio conservadurismo y pensamiento meritocrático enalteciendo, la hecatombe, del libre mercado.
De tal manera que el contenido de los libros de texto se ha convertido en la línea de controversia para afinar una estrategia política de repudio en contra, no sólo del actual gobierno, sino de las izquierdas independientes y anticapitalistas del país. La estratagema del anticomunismo ya no es nada nuevo, la oligarquía se vale de una jerga discursiva ya bastante vieja. Propaganda que nació en el seno fascista europeo y que el expansionismo (sionismo) estadounidense cobijó como política contrainsurgente a mediados del siglo pasado, pero ¿en realidad los libros de la SEP son comunistas? O ¿hay una confusión semántica entre lo que se plantea como el hacer comunidad desde las escuelas y el comunismo?
Dice el magnate Salinas Pliego, muy al estilo de las películas de Rambo, Marvel y toda la maquinaria de entretenimiento e ideologización de los gringos, que el comunismo es un peligro para México y peor aún, que los libros de texto están plagados, infectados del virus comunista. Acaso, me pregunto constantemente si este representante de la élite empresarial (enquistadamente corrupta) sabrá qué es el comunismo. Seguro estoy de que en su vida ha leído algún texto que argumente con seriedad los principios históricos, económicos y/o filosóficos comunistas en tanto teoría y práctica viable y necesaria en este entramado capitalista.
Como pedagogo, docente y articulista de este periódico, me inquieta el ambiente que se ha generado en torno a lo que es una campaña dirigida al desprestigio no sólo de un gobierno, que al parecer se le dará continuidad representado ahora por una mujer; sino que se regresa a una narrativa fascista en contra de libros de texto que se enmarcan en la perspectiva de la Nueva Escuela Mexicana (NEM) y cuya tesis central es hacer comunidad con la escuela pública, ya no como un fin en sí misma, sino como un legitimo espacio público que contribuiría a resanar el tejido social destruido por más de treinta años de un neoliberalismo extractivista que ha violentado todos los estratos, instituciones, perspectivas y corporalidades. ¿Pero en realidad la NEM y sus principios comunitarios son factibles y tan críticos como para asustar a la élite empresarial? ¿Por qué los comediantes de TV Azteca asumen el papel de especialistas en educación? Estas preguntas y otras más las desarrollaré en un próximo artículo para este periódico ¡no falten!