Al pueblo maya
A los medios nacionales e internacionales
NO QUEREMOS EL MAL LLAMADO TREN MAYA.
No queremos el tren porque es un megaproyecto que está destinado a desmantelar nuestra forma de vida como pueblo.
No queremos el tren porque con sus polos de desarrollo va a expulsar a los jóvenes de las comunidades en lugar de fortalecer las formas de vida en sus propios territorios.
No queremos el tren porque es un megaproyecto que está basado en la lógica del capital, en que supuestamente, si les va bien a los de arriba, nos va bien a los de abajo, es decir, a los de abajo siempre nos tocarán las migajas.
No queremos el tren, porque en la Riviera “maya”, el cual de “maya” sólo tiene a sus obreros y al territorio del cual los despojaron y es este mismo modelo es el cual prometen replicar en toda la península.
No queremos el tren porque tiene como aspiración, ser un mejor Cancún, cuando sabemos que las consecuencias de este megaproyecto turístico fueron principalmente negativas para sus obreros (as) y trabajadores(as), principalmente mayas e indígenas (entre ellas, la criminalidad, el incremento de la violencia feminicida y la trata de personas).
No queremos el tren, porque extenderán por todo el territorio maya la zona de disputa para los cárteles de la droga, y con ello el incremento de la violencia y la criminalización en nuestros territorios.
No queremos el tren porque considerando el contexto de impunidad y feminicida en México, esto significará el incremento de la violencia para las mujeres, mayor riesgo de violaciones, asesinatos, acoso. Pero ahora, no sólo en el caribe mexicano, sino en toda la península de Yucatán.
No queremos el tren porque sabemos muy bien, que nadie invierte un peso sin querer sacar millones a cambio, y aquí las empresas que están invirtiendo ya se frotan las manos para cobrarse, a costa del territorio, a costa del trabajo de la gente.
No queremos el tren, porque terminarán por destruir al monte y de desangrar la sagrada agua.
No queremos el tren, porque con ese megaproyecto, nuestros hijos e hijas, sólo tienen como futuro ser peones en sus empresas, es decir, terminarán siendo esclavos en su propia tierra.
No queremos el tren, porque este, como todos los megaproyectos capitalistas tienen como resultado el genocidio de la población indígena en su entorno y aquí, denunciamos desde ahora, el pueblo maya está bajo amenaza de genocidio…”
Este mensaje, se los mandamos a los de allá arriba, a los famosos, a los que se autonombran expertos, a los de #Selvamedeltren, a los políticos, a los de fonatur (así, en minúsculas), al habitante de palacio nacional.
No, no se trata de hacerlo bien o hacerlo mal, nosotros decimos fuerte y claro, No queremos el tren.
No queremos el tren, porque no creemos en el modelo de desarrollo capitalista del cual intentan hacernos creer, que es el único posible.
¡Nunca más un México sin Nosotr@s!
¡Por la reconstitución integral de nuestros pueblos!
Congreso Nacional Indígena
Península de Yucatán.