Por Guerra y Pandemia
Por Carmen Escalante
¿Y qué nos importa la guerra en Ucrania si las bombas no van a llegar hasta el lago de Chapultepec? Le importa a nuestro bolsillo porque los dineros se fugan más rápido de lo que los cobramos. En una ida a la tienda y las tortillas, ya estamos empeñando nuestra alma con el tendero para poder comer medio decentemente. Y es que si México importa los trigos de Ucrania pues la masita pa´ los sopes ya nos sale más cara y el kilo de tortillas está llegando hasta en 24 pesos en algunos lugares.
Uno de los golpes más duros que nos ha dado la pandemia y que ha hecho que los productos de la canasta básica suban hasta el cielo contaminado de la Ciudad de México y más allá, es el económico, que se corona con la guerra en Ucrania.
México es el segundo socio comercial más importante de Ucrania en los países de América Latina y el Caribe y es por eso que esta guerra, no nos hace los mandados a nivel económico.
Ya no vemos lo duro si no lo tupido y prepárese porque esto se viene peor que los caballos del apocalipsis o por lo menos eso dicen los economistas, quienes afirman que esto de los combustibles y energéticos se va a encarecer aún más, ya que el conflicto entre Rusia y Ucrania los ha elevado muchísimo y ha provocado que el precio del petróleo y el gas tengan aumentos de precio importantes.
De Rusia, México importa los fertilizantes y los autos, fertilizantes que se usan para la siembra de las verduras, frutas y hortalizas.
Súmele a todo este panorama, que el dios Tláloc ha hecho de las suyas en Oaxaca, Michoacán, Veracruz y Colima y que no sólo el limón estará a precio de oro si no, toda la canasta básica.
Y es que en este México, más surrealista que las pinturas de Salvador Dalí, como él mismo lo decía, hemos encontrado el kilo de limón llegó a estar hasta en $70 pesos, pero eso usted ya lo sabe, si se dedica a comprar el consumo de la casa, ora que si es de los que nomás llevan el billete y quieren que la señora de la casa les prepare caviar con los dos pesos y aparte le den el cambio, entérese: la señora está haciendo milagros porque la calidad de los productos ha bajado, muchos se agotan rápido y los que se encuentran tienen los precios por las nubes. La inflación está aumentando los precios del 93% de los productos de la canasta básica.
Así que no piense que su tendero se volvió loco y es un carero de lo peor a él le están subiendo todo, a sus proveedores les están subiendo todo, a los proveedores de los proveedores les están subiendo todo y así, como una sucesión matemática sin fin o, mejor dicho como un círculo vicioso del que nadie se salva ya que una guerra afecta la economía mundial, no sólo la local y no, no es fácil de resolver, todos subimos aunque no queramos, a este barco de carestía y repercusiones a nivel global.