¿Sabías Que?
Jorge Carrillo Olea, ex director del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), y quien fue encargado en sus tiempos del diseño de la prisión, asegura que es inviolable y que detrás de lo dicho por el gobierno mexicano “hay una gran mentira”. De acuerdo con las normas con las que se construyó el penal:
1– Todas las prisiones de máxima seguridad en México se construyen sobre una plancha de concreto de 2 metros de grosor. Esto hace difícil de creer que se pudo acceder con tal precisión y sin despertar sospechas por vía subterránea.
2– Las telecomunicaciones están restringidas en un radio de 10 kilómetros alrededor del penal inaugurado en 1991. Se supone que sus paredes están reforzadas para evitar cualquier tipo de ataque. Cuenta con un área de Tratamientos Especiales, ahí están los reos de alta peligrosidad. No pueden hablar entre ellos, no tienen contacto visual y las celdas no tienen ventanas. No hay un minuto en que los reos estén fuera del alcance de cámaras. No hay ninguna celda que tenga su propia regadera.
3– Se informó a través de una infografía que para una obra de tal magnitud tuvieron que extraer más de 2 mil metros cúbicos de tierra. Se debieron utilizar 291 camiones de volteo con capacidad de 7 metros cúbicos cada uno. No hay rastro, ni testigos de tal ajetreo junto a la otrora prisión más segura de México. También es difícil de creer que se taladró una distancia tan larga sin que el ruido generara sospechas.
Todos estos elementos hacen improbable la coordinación con el exterior para una fuga tan elaborada. ¿Cree usted que el Chapo salió por el túnel?
