Por Pedro Echeverría
¿De dónde le vino la idea tonta, la recomendación al presidente Peña Nieto de poner en la secretaria de Educación –precisamente en Educación- a un energúmeno como Emilio Chuayffet sabiendo que siendo secretario de Gobernación de Zedillo fue acusado del asesinato de 45 indígenas, de la organización “las Abejas” de Acteal, Chiapas el 22 de diciembre de 1997? Y no es cualquier cosa: en educación debe estar gente muy honesta e inteligente; que sepa explicar con amabilidad cada paso que se acuerde, sobre todo que conozca bien educación, su historia, sus problemas, a los maestros. Pero poner a cualquiera como lo hizo Fox y luego Calderón, no existe ninguna garantía que la educación en México de componga.
Necesitamos en Educación a personajes con muy alto nivel académico y cultural que le de prestigio internacional al ramo y otras personas que se rodeen de burócratas para resolver problemas de la administración cotidiana con gran capacidad e inteligencia. El secretario de Educación debe tener un pensamiento profundo que sepa explicar con sencillez. Puta, pero eso que “llueva o truene” me tienen que obedecer o aquí sólo se acata mi voluntad, me suena a los gritos de Hitler y Pinochet. ¿Estará enterado que los maestros llevan más de 20 años laborando y que para obtener su plaza tuvieron que aprobar la primaria, la secundaria, la normal y la licenciatura? ¿Qué los exámenes no sirven de nada y que la evaluación es global?
El secretario de Educación debe ser un pensador, un escritor, un personaje con ideas para analizar y discutir; no puede ser un simple burócrata tras el escritorio que ordena, que reparte dinero en los medios de información y amenaza o reprime a quien se opone a sus arranques de imbecilidad. Ejemplo: dos días antes de las elecciones nacionales –para manipular a los maestros- Chuayffet declaró que ya no habrían evaluaciones; dos días después de ellas declaró que llueva o truene sí habrán evaluaciones. ¿Qué dice el presidente Peña, los legisladores y los partidos? Nada, porque como son el mismo sistema aunque se declaren idioteces de ese tamaño, prefieren aplaudir. ¿Y la extrema ignorancia de los Reyes Tamez, Vázquez, Lujambio y Córdova?
La ex cacique del SNTE, Esther Gordillo –encarcelada por Peña Nieto por indisciplinarse a él mediante la acusación de gigantesco fraude, hoy a punto de obtener cierta libertad- con la fuerza que tenía en política, se burló siempre de esos secretarios de Educación que no sabían nada de nada de la situación educativa. Tuvo esa líder –después que la colocó el presidente Salinas en el cargo en 1989- la capacidad suficiente para imponerse a los presidentes Zedillo, Fox y Calderón; Peña la paró y metió a la cárcel (al parecer por recomendación de Chuayffet, con quien se había enfrentado); pero ahora con su salida: ¿continuará dirigiendo a la SNTE donde aún sigue su camarilla de incondicionales baja la dirección del Charro Díaz?
La Coordinadora (la CNTE), que ha realizado varias decenas de foros, congresos, reuniones educativas en la ciudad de México y varios estados, a las que han asistido decenas de intelectuales de alto nivel –sobre todo honestos- se realizado cientos de propuestas; además acerca de las evaluaciones con base en sus experiencias ha presentado alternativas viales, no ha recibido ninguna respuesta académica. Por ello ha respondido con justa razón: si Chuayffet habla de “llueva o truene” se impondrá, nosotros decimos “llueva o truene” boicotearemos las “evaluaciones represivas” donde éstas se presenten advirtiendo a los maestros que no caigan en la trampa manipuladora de la SEP; es decir, defenderemos a la educación con todas las fuerzas.
El pueblo, así como los maestros, tendrá que comprender en donde están sus amigos, los que no han descansado luchando por sus derechos. ¿Quién ha destruido la educación en el país sino los gobiernos de México que han recortado el presupuesto público, que han venido privatizando la educación, que se la han estado entregando a los capitalistas, que pretenden imponer a los profesores reglamentos de contratación por tiempo determinado, que cada seis meses o cada año quieren que firmen contratos mediante un “examen de calidad” como han impuesto en todas las fábricas? Espero que todos los maestros del país entiendan que la dictadura férrea del capitalismo será impuesta si irresponsablemente nos dejamos. ¿Lloraremos después por no defendernos?