Por Vulgo Culto
La compañía multidisciplinaria Jade Evolución-Arte cumplió 13 años en febrero pasado; su carta de presentación para este 2015, es nada más ni nada menos que ‘La rebelión de las putas’, una comedia fársica que nos adentra al sutil y divertido mundo de las prostitutas, que viven de la televisión y su relación con los más prominentes políticos del país, sin embargo la obra está siendo censurada por diversos espacios culturales.
Sorprende que en la Universidad Obrera, institución de pensamiento progresista, para permitir la obra, exigieran primero cambiar el nombre de la obra, y luego revisar y en su caso modificar el contenido. Mejor optaron por presentar otro trabajo, dice el director de la compañía Donnovan Santos, quien nos cuenta “Los promotores culturales encargados de llevar obras teatrales a sus espacios, en un principio el nombre los atrae, pero al ver el contenido la rechazan”. Ya el año pasado hubo un antecedente de censura. En Junio de 2014 censuraron la obra ‘Viri pide acéptame como soy’, que habla del VIH en los niños. CONACULTA no permitió que se presentara en los centros Villaurrutia y José Martí, describe Donnovan.
En la Casa de Cultura de Tamaulipas no censuran, pero para hacer publicidad en el Metro solicitan cambiar el nombre. Otro lugar que rechazó la obra fue el Centro Cultural Kinakú.
Al respecto Pamela Balderas, quien forma parte del reparto, dice “Cambiarle el nombre significaría aceptar la censura, incluso los vestuarios, perdería toda su fuerza, se me hace ilógico que quieran cambiar los contenidos”, y continúa enfática “Que ironía, tener que luchar por algo a lo que tienes derecho, como creadores y como sociedad”, cuestiona la joven actriz.
“Es triste ver esta situación y te da un panorama de lo que está pasando en el país”, opina Christian Morales en el papel de Jorge, un narco-menudista. Y agrega “No sé qué pensar; si es una censura directa al contenido o simplemente una palabra como ‘putas’ pudiera estar repercutiendo en el buen decir de la sociedad. Si el teatro es una forma de plasmar la realidad”, remata el actor.
Mario Uruñuela, autor de la dramaturgia, opina que: Esto ya lo veía venir; hace un tiempo iba a hacer un programa sobre los diez dramaturgos más grandes de la historia, y al investigar, prácticamente todos fueron censurados en su momento, sin embargo, a pesar de esa censura sus trabajos eran tan buenos que siempre hubo puertas que se abrieron, es decir, causaron conmoción en el momento que sus obras vieron la luz, quiere decir que movieron emociones muy fuertes en los espectadores y la sociedad en general, y no es que me esté comparando con ellos, pero de alguna manera me comprueba lo que siempre he creído: que el arte debe mover conciencias y emociones, debe cimbrar al espectador y si en esa convulsión de emociones surge una reflexión, pues que mejor.
Participan también Amanda Argueta como La gobernadora, Daniela Vázquez, Alexis Castañeda y Jerry Ortega.
Ante este tipo de censura del arte en pleno siglo XXI, se antoja lanzar una pregunta al viento: ¿Acaso considerarán los encargados de algunos centros culturales que Gabriel García Márquez no debió publicar su novela ‘Memorias de mis putas tristes’? ¿Usted qué opina?