Por Alberto Híjar Serrano
Con la misma fuerza antidemocrática con la que las reformas peñistas legalizan el saqueo y el tráfico de influencias, sigue el arrasamiento de los pueblos y comunidades campesinas. El asunto no es nuevo sino empezó desde el salinato con la derogación de la cualidad inalienable de los ejidos. Ahora se proclama como entonces como un triunfo el derecho a comprar y vender la tierra con el agravante de la ocupación temporal que no deciden los campesinos sino los proyectos de explotación minera, petrolera, turística, maquiladora, todo en beneficio de los contratos con poderosos consorcios que ofrecen como parte del precio una buena tajada para los operadores siguiendo una costumbre tan antigua como los arreglos de los conquistadores con los caciques, sólo que ahora triangulados con depósitos en paraísos fiscales y con propinas como yates y automóviles de lujo, de esos que colecciona el senador dizque petrolero Romero Deschamps o el no menos ladrón Gamboa Pascoe dirigente de la CTM.
Contra el saqueo y la corrupción, hay resistencias que han ido más allá de la pura denuncia nacional e internacional. El caso más conocido y más atacado por campañas infames de noticieros y opinadores al servicio del saqueo y la corrupción, ha sido el del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra [de Atenco]. Desde el año pasado, en un encuentro por la tierra, el agua y la vida donde unas 47 organizaciones campesinas firmaron un documento de coordinación orientado por la superación de la pura resistencia a cambio de ejercer el derecho al cultivo de la tierra, al uso del agua para fines productivos preservadores del hábitat, en fin, por la vida. Todo en alto contraste con la impunidad de los que están por la muerte contaminando ríos y mantos freáticos y arrasando con la biodiversidad. Como cuando le tocó al estado de Sonora ser el lugar de la muerte con los ríos contaminados de metales pesados y ácidos.
Ante esta destrucción importan los triunfos como el del pueblo wixárica para detener el arrasamiento de su territorio sagrado y el del FPDT que luego de cruentas batallas, intercambio de rehenes y cárcel de más de tres años de sus dirigentes, violaciones sexuales de hombres y mujeres en su captura y encarcelamiento ilegal, lograron diálogo público televisado con los sicarios de Estado y la comisión de valientes donde brilló la muy joven América del Valle.
El exgobernador del Estado de México Gustavo Montiel tuvo que cesar su candidatura presidencial porque a la par fueron dadas a conocer sus costosas propiedades en Estados Unidos y México, además del pequeño detalle del maltrato a su esposa exiliada y del secuestro de sus hijos. Fue entonces que apareció Peña Nieto como muy promovido gobernador y luego presidente con una elección singularmente ilegal. El fantasma de Atenco lo persiguió y en una comparecencia en la elegante Universidad Iberoamericana unos valientes jóvenes exhibieron pancartas de denuncia, respondidas por Peña con la déspota declaración de su orgullo por las represiones en Atenco. Alguno de sus sicarios declaró que los revoltosos eran una minoría de unos 131 manipulados por fuerzas oscuras, todo lo cual recibió la respuesta del Movimiento YoSoy132 que alcanzó dimensión nacional e internacional pero no logró sobrevivir a las dificultades de organización de un programa de largo plazo pero sí dejó en claro el repudio contra las televisoras y los medios predominantes silenciadores de la impunidad que hace que los represores de entonces tengan ahora altas responsabilidades en la seguridad nacional como Monte Alejandro Rubido.
“¿Qué hicimos? ¡Vencimos!” es el título del disco que recoge el canto orgánico de Cayo Vicente y las proclamas poéticas de Leopoldo Ayala e Iván Leroy. ¿Qué haremos? ¡Venceremos! titula la continuidad deseada pero no cumplida del todo porque los golpeadores priístas ocuparon el auditorio principal y borraron el mural de Cienfuegos el año pasado y atacaron afuera del comisariado ejidal a los del FPDT en protesta por el cambio de uso de suelo. CONAGUA ha ido comprando terrenos para cercarlos con vigilancia militar, mientras los proyectos productivos comunitarios no han prosperado aunque se sigan cultivando maíz, alfalfa entre peces, sapos y acociles.
El PRI prueba su orientación servil y criminal ampliada a las complicidades con el Partido Verde en Chiapas para lo mismo organizar el disfraz público de chamulas de Peña, Rosario Robles y el Güero Nefasto, mientras en los Chimalapas corrompe y enfrenta comunidades y en San Dionisio del Mar impone autoridades favorables a los proyectos energéticos y a las instalaciones del soñado por el imperialismo canal seco que llega desde Coatzacoalcos. Las denuncias acumuladas por el Tribunal de los Pueblos, Capítulo México incluyendo el arrasamiento de bosques, manantiales como el arrebatado a los yaquis, nutre al inminente encuentro de RECOTRAL, Red de Comunidades y Trabajadores por la Liberación y el convocado por el Consejo Nacional Indígena y el EZLN. El problema está en el derecho torcido para beneficio de los saqueadores frente a los que ya no basta la denuncia y la resistencia.