Por Sergio Ocampo, corresponsal
Tixtla, Gro.
Antes, al mediodía, cuando los estudiantes de la Normal de Ayotzinapa, viajaban procedentes de la cabecera municipal de Zumpango de Neri, fueron detenidos por policías antimotines en el punto conocido como Tierras Prietas, a la entrada de Chilpancingo, en donde los uniformados pretendieron quitarles los camiones en los que viajaban.
Fue en ese momento cuando se inició el zipizape, luego de que los policías lanzaron gases lacrimógenos, y los estudiantes respondían con palos y piedras. En la trifulca resultaron heridos dos estudiantes que fueron atendidos en un hospital de la capital; además de dos jóvenes detenidos; y unos cuatro policías estatales, también salieron lesionados, entre ellos el Comandante Rojas.
Por su parte, Vidulfo Rosales Sierra, abogado del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, explicó que hoy antes del mediodía “los compañeros fueron a realizar un acto de protesta en Zumpango, y al regresar tomaron unos autobuses, y primero se presentó un incidente con la Policía Federal, pero luego de dialogar unos minutos, los muchachos pasaron”.
Más adelante en el punto conocido como Tierras Prietas, ya los esperaban policías estatales antimotines “los empezaron a agredir, y los muchas respondieron; luego retuvieron a dos estudiantes, que fueron liberados posteriormente”.
Posteriormente en Tixtla “los compañeros estudiantes encararon a la policía municipal, y también se presentó un enfrentamiento, y algunos incidentes; estamos haciendo el recuento de varios lesionados, algunos ingresaron al hospital”.
Rosales Sierra, manifestó que este es un incidente más en contra de la Normal de Ayotzinapa “ nos preocupa que se de este tipo de hostigamiento y represión, argumentando que están protegiendo los bienes de la ciudadanía, y acusan de robo de autobuses, lo que según la autoridad amerita una acción penal por parte del Estado”.
Pero mientras se castiga a quien realiza este tipo de actividades, que son los movimientos sociales que reclaman la presentación de sus desaparecidos, que están en una lucha continua “ mientras que a la delincuencia organizada libremente actúa, prueba de ello es que diario hay muertos en Acapulco, Iguala, Chilpancingo, Tierra Caliente”.
Esa aplicación paradójica del estado de derecho en contra de los movimientos sociales es diferente a la “total inaplicación del estado de derecho en contra de la delincuencia organizada, es una doble cara del gobierno, y una hipocresía esa postura que asume”.