Por: Héctor García Puga
Sonaba a misión imposible que una bandera estadounidense ondeara en las plazas públicas de Cuba. Hoy, después de 54 años de relaciones congeladas es una realidad.
El ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, elevó la bandera de su país, un evento que funcionarios del gobierno cubano transmitieron en vivo por la televisión estatal de la isla.
Los cerebros que realizaron durante 18 meses las negociaciones para la reapertura de embajadas, fueron Ben Rhodes, asesor de Barack Obama, Roberta Jacobson secretaria de Estado Adjunta y Josefina Vidal jefa de la delegación Cubana que negoció con Jacobson desde enero los términos hacer posible la reapertura de embajadas este 20 de julio.
Es importante señalar, que el líder de la iglesia católica, el papa Francisco, fue una pieza central en la mesa de diálogo entre el gobierno de Raúl Castro y su homologo Barack Obama. La lectura de este hecho es de suma trascendencia pues el jerarca católico se erige como contrapeso a los intereses estadounidenses y cubanos.
La iglesia católica siempre ha tenido un rol fundamental en el ajedrez geopolítico, la Cuba socialista de Fidel Castro era aliada del Vaticano del papa Juan Pablo II, quien en 1998 realizó una visita de estado a la isla.
El diario El Observador apunta “El capitalismo comienza a desembarcar en Cuba” isla de playas paradisíacas, turismo y bienes raíces son vistos por muchas empresas como inversiones interesantes. Una de las primeras compañías estadounidenses en plantear formalmente su deseo de hacer negocios en la isla fue la operadora de cruceros más grande del mundo, Carnival, que a principios de julio anunció que, tras recibir la aprobación del Gobierno de Estados Unidos, comenzarán a realizar viajes a Cuba en mayo del 2016.
Se prevé que en los próximos meses un alud de empresas estadounidenses siente sus raíces en la isla, y con ello generen jugosos ingresos para sus arcas.
Un rasgo de que el capitalismo aterrizó, fue la visita del gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, quien viajó a la Habana acompañado por ejecutivos de importantes firmas, como MasterCard o los laboratorios Pfizer, además de académicos y productores agrícolas.
Sin duda el capitalismo salvaje y depredador, está tejiendo su teleraña en la Habana. Muestra de ello es la polarización de la población.
«Cuba sin Castro»; «Cuba sí, Castro no» y «Libertad», clamaron opositores ubicados en la acera de enfrente de la legación diplomática.
Los simpatizantes del régimen asistentes a la ceremonia respondieron con frases como «Viva Cuba», «Viva Fidel», «Viva Cuba socialista», y continuaron gritando largo rato tras terminarse el acto en el jardín de la legación diplomática.
La división está servida.
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