y el poder político con el poder criminal
Por Nino Gallegos, para APIAvirtual.
Si la violencia, de carne y hueso, fuese nomás anabólica por la fuerza muscular, hasta Supermán debe seguir con la Kriptonita, y cuando el Feliciano Castro nos receta una verdad que es un placebo como una mentira en el sentido de la comunicación y la información, el sentido común hacia el ciudadano común lo hace ser y hacer lo que la revolución de las conciencias le dicta desde las mañaneras, las semaneras, y las netas sinaloenses desde la secretaría del gobierno estatal, utilizando la parresia discursiva como verdadera ante la mentirosa información de las redes sociales, las mismas y las diferentes que son las estúpidas y las imbéciles, porque los medios impresos y digitales se “aplican” al código ético periodístico de lo que se informa con la opinión y el periodismo de investigación, tanto el periodismo con la libertad de expresión y/o de presión, aunque el gobernador los criminalice porque algunos son sus victimarios, la violencia mediática es la mala hija del poder político con la violencia política y del amasiato con el poder criminal.
En “Respirare, caos y poesía”, Franco “Bifo” Berardi, apunta:
“Gracias a la multiplicación de tormentas de mierda en las redes sociales y en el conjunto del sistema mediático, el régimen de la verdad ha terminado por ser afectado, llevando a periodistas y filósofos a preguntarse si acaso no vivimos en un mundo discursivo posfáctico, en la posverdad”.
Lo contrario crítico al emisor, al medio-mensaje y al receptor-pasivo, debe serse y hacerse con la verdad en el acto de la ley y en la justicia del hecho contra la mentira, porque para los políticos y los gobernantes la forma es el fondo-desfondado y/o el contexto de la simulación y la distracción del vocero gubernamental, sea el secretario del gobernador, a quien, en “la semanera”, lo ha embestido el descrédito de la investidura en la gobernanza estatal, a la que se le someterá a la revocación de mandato ante los sinaloenses, pues lo sostenible se ha transformado en insostenible por obra y gracia de Rocha Moya y por obra y desgracia (de y para) los sinaloenses, los senadores y los diputados de Morena acuerpan-blindan a Rocha Moya con los chapitos ante los mayitos, porque la mayoría calificada-pri-vilegiada y supremac(h)ista y hembrista, morenista y neofascistoide de izquierda por la derecha es la que manda en la RepMex con el Estado-Yo Claudia para encubrir y combatir a los narcogobernadores de Morena.
Los diputados y los empresarios, por la campaña en Sinaloa: “Somos más quiénes construimos paz”, si no son, clasistas, sí son, selectivos, más individualistas que “colectivos”, tanto en la política del populismo y el cinismo como en la empresa de la iniciativa privada y el egoísmo.
Hannah Arendt, la voz y el eco:
“Mentir constantemente no tiene como objetivo hacer que la gente crea una mentira, sino garantizar que ya nadie crea en nada. Un pueblo que ya no puede distinguir entre la verdad y la mentira no puede distinguir entre el bien y el mal. Y un pueblo así, privado del poder de pensar y juzgar, está, sin saberlo ni quererlo, completamente sometido al imperio de la mentira. Con gente así, puedes hacer lo que quieras”.
Con gente así, puedes hacer lo que quieras en el país de las sombras espectrales, sea con la propaganda política y la publipropaganda comercial; el pueblo, quita y pone, porque no cree en los políticos, porque está más politizado con la revolución de las conciencias y está más humanizado con el humanismo mexicano porque es el pueblo uniformado, hegemonizado e informado más en la conveniencia y en la cantidad que según alguien:
“Los datos nos muestran que el gobierno de López Obrador logró reducir la pobreza moderada entre 2020 y 2022; sin embargo, abandonó a los más pobres entre los pobres al punto de que la pobreza extrema se incrementó en ese mismo periodo”.
Por lo tanto, la violencia mediática y el poder político con el poder criminal, en la supuesta percepción es más virtual que real, porque el constructo en la construcción de la paz es la ejecución de la violencia política en el poder político, empresarial, militar y criminal sin más ética que la autoridad moral presidencial con el Zar-Harfuch y el Gral. Trevilla contra el poder criminal; de aquí, quienes construyen más paz ante la violencia mediática son los que propagan más violencia política desde el poder político y el poder criminal.
Misiva mínima/Sem Data:
En lo personal, el objetor de conciencia que se debate dentro y fuera de mi imaginación crítica, de la costa de abajo a la sierra de arriba, el cuerpo camina con los huesos cardios con el corazón en la bolsa izquierda de la camisa y con la memoria bajo el sombrero de ala corta con la cabeza a pájaros, el paraje con los pinos y el paisaje con las palmeras, octubre es el otoño de antaño, anaranjado el sol de Van Gogh y grisácea la luna de la hilandera con las primeras heladas serranas y las primeras frescuras costeñas, porque no se puede ir más allá, porque la inseguridad humana es inhumana, estatal, nacional, empresarial, militar y narcosicaria.