Por Nino Gallegos, para APIAvirtual.
Desde hace 18 con 6 años, la inseguridad territorial y nacional es igual a la desigualdad económica y social, donde la representación es la sobrerrepresentación de la corrupción y la impunidad, de la violencia y la criminalidad, existiendo la cantidad y desapareciendo la calidad en la verdad, la ley y la justicia en el Estado de Derecho y en los Derechos Humanos con el Estado-Obrador, para quien Vamos Bien hacia el relevo transexenal presidencial de la Presidenta con (a) en la Prosperidad Compartida.
Desde la ignorancia funcional y la pobreza institucional, ha sido una perversidad controlar y manipular al pueblo bueno y sabio con primero los pobres en el sistema de Bienestar Social, puesto para la cantidad y depuesto para la calidad, porque:
“Si diariamente defraudas, engañas, buscas y haces componendas, robas, arrebatas con violencia —advierte Cicerón en las Paradojas de los estoicos—; si despojas a tus socios, si saqueas el erario, entonces, dime: ¿significa esto que te encuentras en la mayor abundancia de bienes o que careces de ellos?”
Del silencio al ruido autoritario, lo mediático y lo fáctico, la acumulación y la desposesión con el desmadre de La Chingada, en el país de las sombras espectrales, el país es de todos para nadie y para nada, a excepción patrimonial de alguien para el patriarca con el empresariado, el militarazgo y el narcosicariato.
En la Paradoja VI, Cicerón (de y para) el hombre del Estado-Obrador:
“Con que ya confiesas que no eres rico, pues que tanto te falta para tener cumplido lo que deseas, y esta tu pobreza, o por mejor decir, esa necesidad y mendiguez tuya, bien clara ha sido siempre”.
En lo personal, íntima y públicamente, he tenido buenas amistades y malas enemistades en las relaciones humanas, y cuando no hay más tiempo, uno se acerca a las buenas amistades y se aleja de las malas enemistades, sintiendo y haciendo lo propio con mi respeto a los cercanos y mi irrespeto a los lejanos por su necesidad de la miserabilidad y su mendiguez humana, Sr. Presidente del Estado-Obrador, va lo que va con:
DISCURSO DE LA SERVIDUMBRE VOLUNTARIA, de ÉTIENNE DE LA BOÉTIE:
“En lo que respecta a los que obtienen su poder del pueblo, pareciera que deberían ser más soportables, y creo que en efecto lo serían si no fuera porque, desde el momento en que son elevados a tan alta instancia, por encima de todos los demás, adulados por ese no sé qué al que se denomina grandeza, toman la firme resolución de no descender más. Casi siempre consideran el poder que les ha sido confiado por el pueblo como si debieran trasmitírselo a sus hijos. Así, desde el momento en que conciben esa idea tan funesta, resulta verdaderamente extraño ver en qué medida superan a todos los otros tiranos en toda clase de vicios y crueldades. No encuentran una mejor manera de consolidar la nueva tiranía que la de incrementar la servidumbre y alejar de sus súbditos la idea de libertad de espíritu hasta el punto de que, por más reciente que sea su recuerdo, se borra por completo de su memoria. De modo que, a decir verdad, veo claramente que existen algunas diferencias entre estas clases de tiranos, pero ninguna que permita elegir entre ellas, puesto que si bien es cierto que llegan al trono por caminos distintos, la manera de reinar es, siempre, prácticamente la misma. Los elegidos por el pueblo, lo tratan como un toro que debe ser domado; los conquistadores, como una presa sobre la que tienen derecho a todo; los sucesores, como una manada de esclavos que les pertenecen por naturaleza”.