Por Pietro Ameglio
Fuentes: https://desinformemonos.org
¿Por qué Estados Unidos -sus instituciones, países y medios cómplices- apoyan ciegamente al genocida y magnicida Netanyahu, y satanizan a Maduro? Es una incoherencia de locura, que no resiste el más mínimo análisis de objetividad, de democracia y de humanismo.
Maduro: un golpe que se cae de maduro
La política imperialista de Estados Unidos (EU) no tiene límites de conspiración y acción permanente de ataque a cualquier forma de poder -popular o no- o gobierno que se le enfrente. Desde Marx conocemos cómo el desarrollo capitalista necesita de permanentes guerras o violencias para reproducirse y crecer. En las últimas décadas -especialmente en América Latina- hemos aprendido otra estrategia perversa (además de las guerras) de los grandes capitales para apropiarse impunemente del poder político, económico y judicial, de los más recursos naturales posibles, del despojo y expropiación de los cuerpos: el lawfare judicial-político-electoral. Esta estrategia apunta a dar golpes de estado disfrazados de legalidad y democracia, con poderes judiciales corrompidos hasta la médula, escudados a veces en elecciones que se dicen fraudulentas sin pruebas claras. Amparadas además estas acusaciones de ilegalidades por la complicidad de grandes medios nacionales e internacionales de todo tipo, por las redes sociales donde se llega a la aberración que el dueño de una de las principales redes (X) -Elon Musk- da por hecho el fraude en Venezuela sin ninguna prueba real y descaradamente reconoce a González como presidente, así como por organismos internacionales totalmente deslegitimados moralmente pero con mucha presencia en los medios.
¿Por qué Venezuela? Se trata de la mayor reserva mundial de petróleo, con grandes yacimientos de oro, hierro, diamantes….de un territorio totalmente geoestratégico regional. ¡Un botín inigualable para EU y todo el gran capital que alimenta y lo rodea! Las elecciones en Venezuela van mucho más allá de esa nación, se insertan incluso en las guerras mundiales en Ucrania, Gaza, la guerra económica de los BRICS contra la hegemonía del dólar, la comercial entre China y EU, la guerra ideológica con el crecimiento permanente de la (ultra)derecha mundial, la de clases como también vimos claramente en la elección de México hace poco. Por eso, no es una coyuntura para ser falsamente neutrales, al contrario es necesario defender toda forma de voluntad mayoritaria y soberana popular venezolana, a partir de una verdad objetiva del voto no de una construcción virtual mediática del voto.
En América Latina la cabeza de esta embestida contra las autoridades de Venezuela es EU, que inmediatamente enseguida del día electoral se atrevió con un descaro y cinismo totales a declarar fraude -sin pruebas de nada, más que unas pocas actas de la oposición- y a reconocer a González como presidente, sin dejar al Consejo Nacional Electoral venezolano (CNE) la posibilidad de ninguna réplica en los tiempos legales. Detrás de EU está la OEA: ya lo fue antes escandalosamente con Venezuela, Bolivia, Perú -con gobiernos electos democráticamente- y ahora de nuevo con Venezuela. En Perú fue de escándalo la represión del gobierno de Dina Boluarte y las decenas de muertos que generó por las protestas contra el golpe a Castillo, ¿alguien vio a la OEA o EU o demás países latinoamericanos que ahora desconocen a Maduro, denunciar algo? Almagro, secretario de la OEA, pidió hace poco a la Corte Penal Internacional arrestar a Maduro por “baño de sangre”, sin que tengamos la más mínima información de los 10 muertos que se dicen, de quiénes los ocasionaron, cómo fue… Pura hipocresía, manipulación e infantilización social. Nos pareció una de las acciones más dignas de política exterior mexicana el no haber acudido a la asamblea golpista de la OEA, donde afortunadamente no se logró la votación necesaria para avalar a la oposición venezolana.
En México, por ejemplo, acabamos de ver un desplegado a favor de esa oposición, firmado cínicamente por lo peor moralmente de la derecha partidista e intelectual del país; sólo de ver esos nombres uno se revuelve y apoya al adversario. Imaginemos a los reyes de los escandalosos fraudes nacionales del 2006 y 2012, como Fox y Calderón, firmando el desplegado y hablando de democracia electoral. En el mismo tenor de fomentar la desmemoria en la población desde las cadenas mediáticas mundiales, Fox aparece en CNN -por ejemplo- entrevistado como autoridad política y moral atacando a Maduro, o en la misma cadena se hacen continuamente programas de debate y análisis donde todos los invitados son opositores…Mientras, se citan mesiánicamente las actas que la oposición ha mostrado, como si fueran la verdad divina, por encima de cualquier legalidad institucional del CNE, organismo con el cual todos los 10 candidatos firmaron previamente cumplir su resolución. Se ha presionado al CNE que muestre inmediatamente las actas, que legalmente deberían presentarse en un mes, algo que en ningún país del mundo sucede, empezando por los EU en sus elecciones; en México, por ejemplo, la elección fue el 2 de junio y recién el 14 de agosto -dos meses y medio después- se declarará ganadora a Claudia Sheinbaum después de revisar todos los reclamos. Por otro lado, nadie de la oposición ha mencionado e investigado la verdad del hackeo electrónico que se dio durante el conteo del domingo, ¿también fue culpa del CNE?
La apuesta es a la mentira total y a las peligrosísimas medias verdades, a las noticias falsas disfrazadas de ‘legalismos’, al gran poder mediático como fuente de legitimidad en grandes porciones de la población y gobiernos mundiales cómplices, que en su “infantilización” creen y obedecen ciegamente a mandatos y verdades sin datos objetivos. El caso actual de Venezuela es de escándalo en cuanto a “infantilización social” y “obediencia ciega” sin datos objetivados. Esa infantilización social y su consecuente obediencia ciega a mandatos y órdenes de castigo que la autoridad e ideología en que creen les envía mediáticamente, puede llegar a extremos de violencia muy peligrosa como la que está sucediendo actualmente en Gran Bretaña, donde están habiendo unas revueltas con alta violencia en distintas ciudades del país, a pesar que se ha aclarado totalmente que el asesinato de las tres niñas en Southport no fue por ningún refugiado musulmán llegado ilegalmente en bote y solicitante de asilo, sino por un joven menor de edad británico de Gales. Sin embargo, los actos vandálicos no toman en cuenta la “verdad” sino el odio difundido en las redes, que va más allá de la verdad y se alimenta de la ideología ciega de extrema derecha, xenófoba y racista al máximo. Durante las recientes elecciones mexicanas sucedió algo similar, pero casi sin ningún resultado por la inmoralidad y corrupción de la oposición de derecha con todas sus identidades. quienes propagaron, sin prueba o dato alguno, el #AMLOnarcopresidente.
Hacen bien algunas instancias mundiales con legitimidad moral, como los gobiernos -por ejemplo- de Brasil, México y Colombia, en insistir con la presentación transparente de las actas electorales: el dato objetivo es la garantía de la verdadera justicia y paz, de la co-operación adulta entre iguales (Piaget). Se han comprometido las autoridades venezolanas a presentarlas en estos días, ¿por qué no esperar a que lo hagan y, en cambio, reforzar cada vez más la presión hacia el fraude y a tomar como válidas unas actas presentadas por la oposición que no son la totalidad, y tienen irregularidades? En este contexto resulta fundamental que estos tres grandes países latinoamericanos se mantengan unidos y firmes en su exigencia de legalidad real -no mediática-, porque son la principal barrera de contención política externa contra el golpe que se pretende dar.
Para algunos pudiera parecer una exageración el uso del término golpismo contra los EU, la OEA y la oposición venezolana, y no lo estamos utilizando por dar la razón a Maduro, pero con la carta -firmada por González y Machado- del 5 de agosto dirigida a los militares y policías venezolanos, invitándolos a “desconocer las órdenes ilegales y a que reconozcan la soberanía popular”, ya se muestra otra etapa avanzada realmente de una intentona de golpe. Esa carta desnuda en todo su alcance y dimensión el delirio de la ambición por el poder, y para lograrlo la construcción del infantilismo social con toda la manipulación atroz sin pruebas de nada (“con las actas en la mano” es una mentira patética), citando cifras falsas y fantasmales…y al final autoproclamándose ambos como “el nuevo gobierno de la República”.
Por otro lado, no estamos, para nada, defendiendo ciegamente a Maduro, y todas las fuerzas chavistas que se agrupan detrás de él, pero sí es un deber “desnudar la verdad” y reflexionar detrás de tamaña campaña mundial de manipulación, y presión social y política. El permanente discurso contradictorio de Maduro, alternando llamados a la paz y la legalidad, y demonizando e insultando a los opositores, pidiendo castigos corporales ejemplares, no ayuda mucho a construir su legitimidad moral, al menos en el exterior. Su mesianismo rebasa cualquier racionalidad. Pero, claro, la oposición con María Corina Machado sosteniendo en el puño de su mano a Edmundo González como un títere, es absolutamente patética, y más sabiendo los antecedentes de ella -títere a su vez de EU- pidiendo la intervención de EU, reconociendo a Guaidó hace pocos años, apoyando la invasión de su país con mercenarios desde Colombia…
Netanyahu: genocida y magnicida
En el otro extremo del mundo, con intervalo de muy pocos días, Israel asesinó en Teherán a Ismail Haniyeh, líder político y negociador actual de un acuerdo de paz de Hamas; y a Fuad Shuka en Beirut, comandante de mayor rango de la milicia Hezbollah, acusándolo de haber organizado el bombardeo en los Altos del Golán pocos días antes donde murieron 12 niños en un campo deportivo. También había bombardeado Yemen a fines de julio; destruido sin parar a diario escuelas y construcciones de todo tipo en Gaza, así como la principal sede de la ONU para Refugiados (UNRWA), con más de 40 mil muertos; Gran Bretaña denunció ante la ONU que “El gobierno israelí se ha apropiado de más tierras este año que en las recientes dos décadas. Esto es inaceptable…y socava la viabilidad de una solución de dos estados”. La misma Corte Internacional de Justicia ha dictaminado que la ocupación israelí de los territorios palestinos que lleva décadas “es ilegal y es necesario detenerla lo antes posible”.
El magnicidio contra Haniyeh, lo es también contra la posibilidad de un acuerdo de paz, cese al fuego y entrada de la ayuda humanitaria. Es una invitación a ampliar la guerra a un conflicto regional y mundial de gran escala, con peligros inimaginables, así como costos humanos de miles de vidas.
El presidente Netanyahu en un viaje desesperado a EU, fue a entrevistarse en el Capitolio con representantes políticos, además con Biden y Trump, para pedir más ayuda militar y económica. Hubo muchas protestas fuera del Capitolio y por todos lados, también senadores demócratas -Sanders y Pelosi entre ellos- no se presentaron a su acto allí, o llevaron carteles dónde decían Netanyahu criminal de guerra; la gente permaneció sentada y bloqueando las entradas y los espacios por mucho tiempo. En Israel, a su vez, crecen las marchas contra su gobierno pero en forma por demás insuficiente aún.
Netanyahu declaró en su discurso que estos manifestantes eran “idiotas útiles a Irán”, algo vergonzoso que sólo muestra su total decisión de seguir adelante con el genocidio y la mayor conquista territorial palestina. Declaró bien Bernie Sanders que: “Netanyahu es un criminal de guerra, un demagogo…que con tal de salvar su pellejo está preparado para crear una hambruna de cientos de miles de niños en Gaza”.
La consigna mundial de todas las manifestaciones y redes de solidaridad pro-palestinas, contra el genocidio es: “¡No dejemos de hablar de Palestina!”. Eso debemos intentar seguir haciendo.
Hemos compartido una reflexión acerca de la gran hipocresía y contradicción moral y política de todo el gobierno y parte de su clase política de los EU, y el poder mundial de todo tipo (económico y mediático) aliado a él, callando, apoyando y avalando, por un lado, a un genocida y magnicida como Netanyahu; y, por otro lado, desatando con total impunidad, ilegalidad y muy dudosas pruebas con medias verdades una campaña golpista contra Maduro y las autoridades venezolanas. ¿Por qué esta contradicción inhumana y flagrante? Pura expansión capitalista de despojo y sin escrúpulos conservadora.