Por Nino Gallegos, para APIAvirtual.
El Estado-Obrador se la ha pasado como presidente presente desacreditando al periodismo de investigación, a favor o en contra, y, periodísticamente, le ha dado más crédito a Julian Assange, comparando y cuestionando la estatua de la libertad con la libertad de expresión.
La verdad sea dicha, la verdad la ha dicho el Estado-Obrador, y cuando se trata del caso Ayotzinapa, a la verdad, la encubre con la mentira y el Estado-Yo Claudia la llevará hasta donde quiera y que es la desaparición de los muchachos normalistas que los han transformado en a-normalistas.
Cuando el Estado-Obrador le ofrece asilo a Julian Assange, Claudia les da las llaves de la CDMX al padre y hermano de JA, a contento del presidente saliente y de la presidenta entrante; JA, está libre, y no, Bradley Manning y/o Chelsea Manning, militar y facilitador informático con los documentos que el hacker JA-Wikileaks reveló en los medios impresos y digitales, porque nadie sabe nada de alguien del transgénero Bardley-Chelsea Manning.
La disonancia a distancia, del Estado-Obrador, en el mundo y en el país de las sombras espectrales con los derechos humanos, los medios y las redes sociales y la libertad de expresión, es proporcional a la disonancia de Putin, porque han estado encimados en los lugares que ocupan junto con Bukele en el mundo y en el país de las sombras espectrales que gobiernan, y como en el mundo y en el país en que uno vive, sobrevive, muere y desaparece es una a-normalización con la corrupción y la impunidad, la violencia y la criminalidad, el plusvalor de la hipocresía es el minivalor de la valentía como de la cortesía, porque lo cortés no quita lo valiente y lo cobarde al mismo tiempo con el poder, a todo modo, es lo común y lo corriente que le ocurra a los gobernantes en el mundo y en el país de las sombras espectrales.
Recién apenas que murieron a Noam Chomsky por un atentado de las falsas noticias en una mal redactada nota biobliográfica sobre Noam Chomsky, el pasado lo murió en el presente vivo de mi entrañable abuelo semiológico, viendo y escuchando a Julio Astillero y al Buen Abad de Fernando la muerte del viejo más chingón que el Estado-Obrador, el Astillero y el Abad juntos, pero lejanamente separados sobre la faz-paz sepulcral en el mundo y en el país de las sombras espectrales, revelando Julio y el Buen Abad lo limitados que son y están en el país del machete como en el país de la sierra eléctrica, demostrando que el periodismo (de resistencia y de guerrilla semiótica monetizadas) en los medios como en la redes sociales, se ha(n) transformado en una a-normalización entre la reverencia y la referencia de la revolución de las conciencias con el humanismo mexicano, en lo que las cabezas-olmecas posan y las guacamayas-leaks vuelan más allá de Bolivia y más acá de Tila, Chiapas, siendo para los generales Cresencio el presente y el pasado de Cienfuegos que en el futuro octubre llegará la comandanta del Estado-Yo Claudia, extendiendo más allá del 2028 la presencia del Ejército y la Guardia Nacional en tanto la seguridad pública nacional prosiga con la militarización de la corrupción y la impunidad con la violencia y la criminalidad del narcosicariato.
La verdad sea dicha y desmentida por mentada a La Chingada, el nivel más alto del periodismo mexicano para el Estado-Obrador es la libertad de expresión en Assange, y el nivel más bajo de la politiquería mexicana está en Noroña con la 4T y Morena, porque los mejores hombres son los del Estado-Obrador y la mejores mujeres son del Estado-Yo Claudia, esperando que el pasado reciente pase con el presidente con la embestida de la investidura presidencial.