Por Roberto Torres Collazo
Es frecuente que algunos conferenciantes y autores, al momento de explicar que es capitalismo y su impacto usen conceptos, términos y muestren análisis complicados que a veces pueden ser difíciles de entender. Esto quizá explica en parte explica que sus escritos y discursos se reducen al ámbito de las universidades, revistas especializadas o pequeños grupos. En el siguiente texto intentaremos, sin menos preciar la inteligencia de nadie, describir lo más sencillo posible el sistema económico vigente y su impacto en nuestro vivir diario. Mostraremos un panorama muy general.
Detrás de los salarios, la jubilación, los precios de los productos y alimentos, está el sistema económico capitalista. De aquí su importancia de conocer algo de este sistema presente actualmente en gran parte del mundo. El capitalismo es un sistema cuyo máximo objetivo son las ganancias en el menor tiempo posible. Es dirigido por un pequeño grupo de millonarios y multimillonarios hombres blancos, de espíritu militarista, blancos. Se podrá apelar declarando que algunos millonarios practican la caridad hacia los pobres,. Respondemos: los pobres necesitan caridad pero sobre todo justicia. Como acertadamente declara el eminente economista Richard D. Woff: “Las ayudas a los pobres nunca termina la pobreza”.
Es un sistema económico que hace ganancias astronómicas principalmente por medio de los bancos y multinacionales, que en EE. UU. les llaman corporaciones (Shell, Coca Cola, Amazon, Bank of America, Microsoft, Nestlé, Nike y otras) que explota a la clase trabajadora y la tierra, se caracteriza por adueñarse de la propiedad privada, exige la eliminación de las regulaciones comerciales, se esconde en países o estados como los paraísos fiscales para evitar declarar impuestos de sus países de origen, aboga por la protección del secreto bancario, defiende a capa y espada los monopolios privados a través de la privatización de los servicios públicos como luz, agua, transporte, educación, salud etc. En el plano global, en alianzas con muchos gobiernos, las multinacionales contribuyen a reducir los salarios y beneficios marginales de la clase trabajadora y los ingresos de los pobres.
No solo afecta a la clase trabajadora, sus salarios e ingresos… También otras dimensiones del día a día. Tomemos en consideración los siguientes ejemplos, como la salud, la naturaleza, su impacto en las desigualdades, su papel en la industria armamentista, la quiebra de pequeños negocios y de sus actividades criminales. Destruye sistemáticamente el planeta afectando la salud. La física, filósofa y destacada activista india Vandana Shiva anota: “Los pesticidas y herbicidas venenosos que usamos en nuestras comidas destruyen las bacterias beneficiosas de nuestros intestinos llevándonos a enfermedades graves, desde desórdenes intestinales a problemas neurológicos como autismo o Alzheimer”. El daño a la naturaleza afecta la salud y tiene también su impacto económico
En cuanto a las desigualdades el capitalismo es una economía basada en el lucro, la especulación, la evasión de impuestos y la codicia de unos pocos. Los datos de la prestigiosa organización no gubernamental OXFAM 2022 muestran que cinco capitalistas más ricos del mundo aumentaron sus ganancias a 114 por ciento, en tanto que cinco mil millones de personas quedaron más pobres. La economía mundial está organizada para beneficio de unos pocos a costa de la mayoría de la humanidad y no es casualidad. Todo esto frecuente se esconde bajo el espejismo de la democracia, campañas políticas basadas en el dinero, bajo el manto de la plutocracia (gobierno de los ricos). Bien dijo el escritor francés Víctor Hugo: “El paraíso de los ricos está hecho del infierno de los pobres”.
Su voraz impacto no se limita solamente a la salud, la naturaleza, las desigualdades económicas, también abarca la industria armamentista. Se gastan diariamente miles de millones en las guerras, mientras la humanidad pasa grandes necesidades. Las corporaciones o multinacionales tales como Lockheed Martin, RTX, Northrop Grumman, la Boeing y la General Dynamics, todas con sede en EE. UU., son los mayores vendedoras de armas del mundo, son los mismos que venden armas a Israel con las que se está cometiendo actualmente un genocidio contra el pueblo palestino. Dicen, “¡negocio es negocio e ingresos”!; aunque destrocen en pedazos niños, ancianas y mujeres embarazadas. Como indica Jean Ziegler, quien fue relator especial de la Organización de las Naciones Unidas para el Derecho a la Alimentación y es vicepresidente del Comité Asesor del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas: “La lógica del capital se fundamenta en el enfrentamiento, en aplastar al débil y en la guerra”.
Hay corporaciones que han sido cómplices de asesinatos y golpes de Estados como la Shell y la ITT. La Shell en Nigeria pudo haber impedido el asesinato de los Nueve de Ogoni, porque la multinacional tenía fuerte influencia sobre el gobierno nigeriano. No lo hizo porque era un movimiento de activistas defensores del medioambiente y un fuerte crítico de la Shell. También han fomentado y apoyado golpes de Estado como fue la compañía ITT en Chile contra el presidente Salvador Allende, elegido democráticamente a comienzos de los años 70 del siglo pasado.
La corporación Nestlé es el primer trust agroalimentario y ocupa el puesto número 27 de las empresas más poderosas del mundo. En Costa de Marfil compra el cacao a un precio superior al que podría pagar el inversionista nativo marfileño, este monopolio ha contribuido al cierre de empresas de cacao nacionales y en consecuencia ha aumentado la alta tasa de desempleo, la baja de salarios y beneficios marginales.
Debido a la naturaleza de este escrito se quedan otros temas pendientes. Podemos seguir educándonos más y, muy importante, abogar colectivamente por un sistema económico y político justo, comunitario con rostro humano. Porque el sistema capitalista es la dictadura internacional del dinero, el mayor genocida de la historia, sin rostro, que envenena nuestros cuerpos, que glorifica al dios dinero por encima de la salud, es una máquina de desigualdades, no tiene corazón a la hora de vender armas, ha apoyado golpes de Estado, ha sido cómplice de asesinatos, es avaricioso, saquea los recursos naturales, es militarista, destruye irracionalmente la naturaleza, explota al ser humano y no humano.
Publicado en rebelion.org