Por Nino Gallegos, para APIAvirtual.
De todos los sobrenombres y los epítetos, Claudia y Xóchitl, son rebautizadas bajo las tormentas de mierda, de lodo y de sangre en el país de las sombras espectrales con el patriarcado del Estado-Obrador y el matriarcado de la no primera dama, no sin antes, las lavadoras de dos patas foxianas, toda vez y en toda ocasión sujetas a la violencia de género y a la criminalidad de los feminicidios, como si la chingada madre es lo que es en “El laberinto de la soledad”, Octavio Paz:
“¿Quién es la Chingada? Ante todo, es la Madre. No una madre de carne y hueso, sino una figura mítica. La Chingada es una de las representaciones mexicanas de la maternidad, como la Llorona o “la sufrida madre mexicana. ¡Viva México, hijos de la Chingada! Verdadero grito de guerra, cargado de una electricidad particular, esta frase es un reto y una afirmación, un disparo, dirigido contra un enemigo imaginario, y una explosión en el aíre. Con ese grito, que es de rigor cada 15 de septiembre, aniversario de la Independencia, nos afirmamos y afirmamos a nuestra patria, frente, contra y a pesar de los demás. ¿Y quiénes son los demás? Los demás son los “hijos de la chingada”: los extranjeros, los malos mexicanos, nuestros enemigos, nuestros rivales. En todo caso, los “otros”. Esto es, todos aquellos que no son lo que nosotros somos. Y esos otros no se definen en cuanto hijos de una madre tan indeterminada y vaga como ellos mismos”.
Pero también tenemos el chingado padre: Pedro Páramo.
Cuando se está pasando por la 4T, la de la acumulación y de la desposesión, de la revolución de las conciencias con el humanismo mexicano, se siente y se resiente que la identidad y la pertenencia, a través de la cultura política y la política cultural, se han transformado en la pura y la impura chingada con la corrupción y la impunidad, la violencia y la criminalidad 2000-2024, y lo que sobre y siga siendo lo que falta con la acumulación y la desposesión, tendrá que serlo y hacerlo una mujer, bailando con la más fea de la presidencia-presidenta.
De la Malinche a la No Primera Dama a la Presidenta, Agripina de Luvina, no la mayor ni la menor romana, es la mujer que no es la científica ni la ingeniera, la que me cuadra como para bailar con ella a la más fea de las dos que van por la silla presidencial como presidentas.
La caricaturización en los medios impresos y los memes en las redes sociales, abiertamente con tintes misóginos, violentos, machistas y hembristas bajo las tormentas de mierda, lodo y sangre, las primeras y las últimas embarradas son (la) Claudia y (la) Xóchitl, teniendo que lavarse las caras antes de los debates para seguir poniéndolas, cara a cara, descaradas, cada una en su lavadero público e íntimo: una fiel para el marido doméstico y la dos leal para el padre político, no permitiéndose el engaño porque el (p)alito y sí el regaño por el bastoncito.
De la facha en Claudia y la desfachatez en Xóchitl con la sonrisa estúpida de Máynez, el arroz recocido está para las gallinas ponedoras y el gallo ponedor que se suben al palo del gallinero para serse y hacerse parte de las tormentas de mierda, de lodo y de sangre con los feminicidios, los muertos y los desaparecidos, en lo que Xóchitl la riega, Claudia la cultiva, la flor roja sangrienta de la adversaria discordia, Máynez se la pela con los dientes de fuera, en la alta rebatinga con el mediocre debate, la ingeniera y la científica con el dentista.
Bailando con la más fea, no es una broma en la campaña limpia o sucia de Claudia, pues al bailar con la correligionaria Imelda Castro la música de banda El Corrido de Mazatlán, sobre un templete en el paseo Olas Altas, Claudia tropieza y cae de rodillas, levantándose echa la chingada, limpiándose y sobándose la rodilla como quien dijo: eso me pasa por andar bailando con la más fea de la Imelda-Xóchitl, a cual más de las dos de peladas, y yo, con la rodilla pelada, chingándose después unas Pacífico con unos callos de hacha en la Fonda del Chalío, sentadita en una silla que no es la presidencial en Olas Altas, por donde corren y desembocan las aguas negras y carnavalean las basuras bajo las luminarias marismeñas-mazatlecas.
Misiva Mínima-Sem/Data:
Al baile con la más fea, el Estado-Obrador invitó a Zaldívar para bailar con la morena por haberlo-a verlo ayudado con los asuntos privados en la bodega presidencial de la 4T, cuando operaba como presidente de la SCJN, y luego de una primera tanda bailadora, Zaldívar no está solo, lo protege de la corrupción el Estado-Obrador, Claudia y los claudistas y la Taylormanía de Swift contra la Piña colada de la Wallace, poniéndose a bailar los invitados bajo una tormenta de mierda, de lodo y de sangre, porque “Sigue la muerte” con la voz de Jaime Sabines:
“Alrededor de los huesos,
en los panteones, cantemos.
Al lado de los agonizantes,
de las parturientas, de los quebrados, de los presos,
de los trabajadores, cantemos. Bailemos, bebamos, violemos”.