Por Nino Gallegos, para APIAvirtual.
La razón de Estado es la sin razón del Estado-Obrador en el Estado de Derecho y en los Derechos Humanos en el país de las sombras espectrales, no pudiéndose estar mejor con el Vamos Bien que en México, lo que no es aceptable que un alto comisionado de la ONU intervenga con la política exterior en la política interior (de y para) los mexicanos, además, porque se está en una campaña publipropagandística, una procesión funeral y un proceso electoral.
En USA se muere de fentanilo y tiroteos y en México se muere de abrazos con balazos, lo cual nos hace no iguales y diferentes entre los vecinos fronterizos con los inmigrantes, en Francia blindan el derecho al aborto constitucionalmente y en México se agujera la seguridad nacional, en Ucrania mueren los ucranianos y en la Franja de Gaza se masacra a los palestinos, porque en México se vive y se muere entre los sobrevivientes, los feminicidios y los desaparecidos, sabiendo los periodistas y los candidatos porqué les pasa lo que los mata.
Si en México la posición del Estado-Obrador es la oposición contra la oposición en la polarización y en la confrontación, la correlación de la izquierda a la derecha, de los sustantivos a los adjetivos, son lo que son: la razón de la sinrazón en la transformación fallida en la trastornación activa, la psicopolítica de la cultura política es la psicopatología de lo mexicano en los mexicanos: la humillación y la corrupción con la impunidad, la violencia y la criminalidad por generación espontánea y desmadrada.
Desde cuándo acá,el intervencionismo, sí o no ha sido y es parte de la política exterior con la política interior, la seguridad y la soberanía civiles han sido violadas por la seguridad interior militarizada y la política diplomática exterior sometida por Trump-versus-Biden-versus-Trump, porque del lado reivindicador en la revolución de las coincidencias y en el humanismo mexicano somos, lamentablemente, in-felices, porque, no somos iguales en eso de muy tendencioso-muy violento, porque, justo en este tiempo, las tormentas de mierda nos lavan los cuerpos con el lodo metido en la boca llena de sangre, y si no que, en el país de las sombras espectrales, el espíritu nos escupa en la boca, haber-a ver con qué gargajos sanguinolentos nos escupimos en las caras. Injustamente, y, al tiempo, serse y hacerse muy tendencioso-muy violento es incomparable que Claudia quiera la paz y Xóchitl quiera la guerra en lo que es lo mismo de antes y lo diferente de ahora desde el 2000-24-30, los 100 puntos muertos y la firma con sangre, lamentablemente, lo profundo es lo superficial en la simulación de la convicción y en el simulacro de la representación, porque el Estado-Obrador con la hija putativa y la hija adoptiva para la una es el padre y para la dos es el padrastro, las hermanastras de la Historia Patria, la una puntualizando y la dos firmando, los puntos se diluyen en la firmante, lamentablemente, con la tinta manchable de la sangre, porque lo muy tendencioso-muy violento habrá que serse y hacerse del lado laico-religioso con el Episcopado mexicano para evitar los baños de sangre desde las pilas bautismales de adentro en las iglesias y hacia afuera en las calles, no existiendo comparsas a favor y/o en contra para que los rastros íntimos y los mataderos públicos dejen de serse y hacerse las matanzas con la paz y la guerra sepulcrales del patriarca Estado-Obrador, acompañándose con la procesión funeral hacia el proceso electoral que para sacar raja de los ataúdes antes de ahora lo mismo y lo diferente en los vivos y los sobrevivientes, los muertos y los feminicidios con los desaparecidos durante y después de ahora, los padres de los hijos desaparecidos en Ayotzinapa se fueron de donde se acamparon cuando llegaron y no los encontraron, porque el Estado-Obrador no es el victimario valiente cuando se está siendo y haciendo, el Estado-Obrador, la víctima cobarde, porque al cerrojazo, el portazo.