Por Nino Gallegos, para APIAvirtual.
Al final de la solución final, las reformas políticas, no humanas, del Estado-Obrador, no son para acabar con la corrupción y la impunidad, la violencia y la criminalidad, porque no hay tiempo, importando más el proceso electoral que la procesión funeral, sumando y multiplicando la cantidad, restando y dividiendo la calidad, la posición contra la oposición es que los liberales autoritarios conservadores son los mismos de ahora con los mismos de antes: desiguales.
El poder, a todo modo, el ejecutivo y el legislativo contra el poder judicial, en la Ley y en la Justicia, no son la balanza ni la ceguera, cuando el Estado de Derecho y los Derechos Humanos han sido transformados a través de los vivos con los sobrevivientes, los muertos, los feminicidios y los desaparecidos en los vencedores y en los vencidos con el peso total(itario) del humanismo liberal, autoritario y conservador.
Pasadas o no la reformas, el relleno político está echado al vacío social, el desborde electoral con el derrame funeral son la acumulación y la desposesión con los golpes blandos a las partes íntimas de los rastros como a las partes públicas de los mataderos, pues las mayorías, de a pie, en el transporte público tienen garantizada la movilidad con la seguridad, el supersalario mínimo y la jubilación con la salud, habiendo, viendo, existiendo y siguiendo con un gobierno rico con un pueblo pobre: el no somos iguales y el vamos bien hasta la ignominia antes, durante y después del proceso electoral y de la procesión funeral, la 4t es y será la continuidad de los liberales autoritarios conservadores con el narcosicariato nacional, construyendo y sembrando en el país de las sombras espectrales, porque la grandeza de la Constitución es la bajeza de la metaconstitucionalidad transformacional con la corrupción y la impunidad, la violencia y la criminalidad en la impronta sanguinolenta bajo las tormentas de mierda las reformas políticas de sangre y lodo.
Cuando la a-normalización en los huesos cardios, los corazones y las memorias en el país de las sombras espectrales, superficial y profundamente a ras del suelo disparejo, emergen urgentes e insurgentes en el escenario territorial, la gran idea ideática de las reformas políticas del Estado-Obrador se aplica a la democracia prostibularia el: “Legislar sobre la memoria colectiva es un absurdo superlativo, sólo concebible desde una concepción totalitaria y sectaria del poder” es lo que está Lejos de Itaca y cerca-adentro en México por tanto memorial -sin memoria- más que para la Historia Patria que el Estado-Obrador quiere reescribir, a abrazos, a balazos, y, a sangre con la paz sepulcral en la revolución de las conciencias y en el humanismo mexicano.
La constitución, la democracia, la soberanía y la seguridad (de y para) la 4T en el Estado-Obrador, por aquello del Gran Mural Nacional como un tríptico con la independencia, la reforma y la revolución en el cuadríptico con la Gran Cuarta Transformación de la mayoría popular en la revolución de las conciencias y la mayoría calificada en el humanismo, siempre y cuando, los liberales autoritarios conservadores de la posición izquierda y de la oposición derecha, tomen en cuenta, lo siguiente que Slavoj Zizek replantea:
“Un nuevo enfoque es más importante que nunca ahora que el capitalismo global se ha convertido en la única fuerza revolucionaria verdadera. Lo que queda de la izquierda está obsesionada con proteger los viejos logros del Estado de bienestar, un proyecto que ignora en gran medida cuánto ha cambiado el capitalismo la textura de nuestras sociedades en las últimas décadas”.
Lo que el Estado-Obrador, la 4T y Morena no han hecho más que tra(n)stornar con la acumulación y la desposesión del nuevo régimen político, económico, social y cultural en el viejo sistema político, económico, social y cultural, el Estado de Bienestar, el Estado de Derecho y los Derechos Humanos han sido, son y serán los apéndices como “cosas adjuntas o añadidas a otras, de la cuales son como partes accesorias o dependientes” del poder, a todo modo, político y económico, para que el gobierno siga siendo rico y el pueblo, con primero los pobres, sigan siendo los pobres viejos de los pobres nuevos en la continuidad de la 4T, porque el capitalismo-consumismo requiere de más lujos y de más funerales en el país de las sombras espectrales con más muertos, más feminicidios y más desaparecidos.
Las reformas políticas y las tormentas de mierda son la miserabilidad de una izquierda-derecha, al fin del sexenio sin final, reencontrándose en la posición y en la oposición el macho patriarcal con la hembra-matriarcal (de y para) el pueblo, tan propio y tan ajeno a la apropiación que quien gane será perdedor-a en el mismo y en el diferente piso disparejo tan sepulto como insepulto: el México profundamente superficial en el país de las sombras espectrales en el tálamo de los abrazos y en el túmulo de los balazos, tan simple y doblemente miserable como merecer las reformas políticas con el padecer de las tormentas de mierda en lo que el proceso electoral y la procesión funeral se han encontrado y se reencontrarán en donde el Estado-Obrador terminó por el principio y acabará por el final sin final, tragándose el peje al lagarto para vomitarse al Estado-Obrador.