Por Rómulo Pardo Silva, para APIAvirtual.
El 17 de diciembre los chilenos rechazaron una segunda propuesta de constitución.
Sigue vigente la de la dictadura cívico militar con reformas de la neoderecha de centro.
Hay voces que piden un tercer proceso.
¿Existe respaldo ciudadano para votar por un cambio?
¿Cuál es la posición del electorado?
Después de un fuerte estallido social que empezó el 18 de octubre de 2019 se abrió un mecanismo constitucional.
La elección de constituyentes favoreció a candidatos de fuerte voluntad de reformas.
Se redactó un texto orientado a una izquierda.
En septiembre de 2022 su propuesta fue reprobada con el 62% de los votos.
Para el segundo intento la voluntad democrática se inclinó por apoyar consejeros constitucionales de extrema derecha y derecha.
El documento que presentaron en consecuencia tuvo esa orientación.
Casi el 56% de los electores lo rechazó.
Un texto previamente acordado entre los empresarios y las dos ramas de políticos de derecha posiblemente se aprobaría.
No es imposible que la elección presidencial futura sea ganada por la ultraderecha, la derecha tradicional o los neoliberales reformistas.
La ciudadanía del país oscila pero no incluye a las propuestas de un proceso importante de cambios.
El 2021 en la primaria presidencial del progresismo el candidato comunista comprometido a terminar la política neoliberal obtuvo el 39% de los votos frente al 60% del mandatario actual, que gobierna en los hechos con los neoconservadores del modelo.
En Chile el poder lo tienen los patrones, los partidos les siguen, hay una subordinación a Occidente G7.
El ideal masivo es el crecimiento económico consumista.
Un texto constitucional nuevo podría satisfacer aspiraciones, prácticas, beneficios, sociales pero lo necesario es apuntar desde hoy a la construcción la sostenibilidad, la vida, el planeta.
Ninguna fuerza social ni partidaria ha impulsado en la opinión pública el cambio de estructura.
No habrá condiciones hasta que se cree la propuesta en la base.