Por Nino Gallegos, para APIAvirtual.
En el contexto y en la narrativa de la cultura política, la narrativa política y la narrativa periodística, tienen una relación corriente y común: la dependencia (de y en) la libertad de expresión: Andrea Chávez contra Denise Dresser y Tatiana Clouthier versus Alfredo Jalife, con el argumento en la violencia política de género, calumnia y difamación verbal y textual, más no física, pasando Denise a una lista negra y Alfredo llevado de México ha presentado en Monterrey, lo que para el Estado-Obrador:
«Bueno pues ya lo más importante es que se liberó a Jalife; estuvimos pendientes hasta en la noche para que se procurara su libertad. Tiene que ver con un estado, tiene que ver con la Fiscalía Estatal o Procuraduría de Nuevo León, pero tiene que ver también con un derecho constitucional: con el artículo sexto y séptimo, la libertad de las ideas y eso pues también nos atañe, sino de manera directa, o no nos corresponde a nosotros resolverlo, sí tenemos que garantizar la libre manifestación de las ideas, que no haya censura».
Así las cosas, dicen y escriben los que acomodan sus cosas con las cosas en el poder, a todo modo, pues la rayada es Denise y el rayado es Alfredo, cuando se vive, se sobrevive, se muere y se desaparece sin Estado de Derecho y sin Derechos Humanos en el Estado-Obrador, pues Tatiana junto a Denise y la No Primera Dama Beatriz, son las mujeres más criticadas en las estúpidas e imbéciles redes sociales, quedando la opinión pública y la comentocracia en las habituales tormentas de mierda: por abajo y arriba de los niveles de flotación, flotándole las ondas acuáticas y llegándole las ondas acústicas a Claudia, pues se dice que nada de muertito-a y nomás escucha lo que está has-Tarriba.
En el país (hipostasiado y extasiado) de las sombras espectrales, “la tentación golpista de los medios”, diga lo que haga perversamente el Estado-Obrador, con el poder, a todo modo, sino la censura, sí la humillación y la descalificación a la libertad de expresión, el garantizar la libre manifestación de las ideas, en el país (hipostasiado y extasiado) de las sombras espectrales, las ideas son las ideáticas y las mediáticas (de y en) el Estado-Obrador, y en lo que va el sexenio va el resto y la cargada de la Elección de Estado-Obrador de todos contra todos en el proceso electoral y la procesión funeral. En el año que viene nos veremos en el país (hipostasiado y extasiado) de las sombras espectrales que hemos sido, somos y seremos, no deseándole el mal por nada, a nadie y a alguien por el bien de todos, primero los pobres con el Estado-Obrador, el cielo puede esperar con el mundo, pero, la tierra no, la sangre sobre la nieve ucraniana y bajo los escombros palestinos, porque nada de lo que le suceda a nadie y a alguien se lo merece en nosotros contra la gente, los demás contra los otros, porque la alegría hipostasiada es la extasiada tristeza que el odio no tolera y el amor mata en Ucrania, en la Franja de Gaza, y, en el país (hipostasiado y extasiado) de la sombras espectrales, pues del día a la noche, en la oscurana madrugada, la brasa, me sopla, la ceniza, en la cara, calentándome los huesos, el corazón y la memoria.