Por Carmen Escalante
“¡Amanda, ya ciérrale!” A 38 años de aquella campaña para el ahorro del agua, donde un niño regañaba a la gente que desperdiciaba el agua y a partir de la cual, muchos de nosotros crecimos aprendiendo a cuidarla, México ha enfrentado varias crisis de insuficiencia hídrica, o lo que es lo mismo, ha tenido épocas de racionamiento de agua. Y es que la crisis del agua es en todo México aunque ahorita el foco de los medios esté puesto en Nuevo León, donde, además, se regalan concesiones sin ton ni son a las refresqueras y cerveceras del lugar, ya que Texas se provee de los productos de estas empresas en esa zona.
Los ciudadanos de Nuevo León son quienes esta vez sufren el racionamiento del agua y tienen que estarse desmañando para apartarla desde las cuatro de la mañana y algunos, hasta dejan de ir a trabajar para quedarse a cuidar cuando lleguen las pipas de agua. Las escuelas también han sido afectadas, ya que muchas han dejado de dar clases por la falta del vital líquido en sus instalaciones.
Aún así, Heriberto Montes, el gerente de Aguas Superficiales de Conagua, ha mencionado que la crisis no es tan grave, ya que ha habido otros niveles críticos de sequía en años anteriores, como en el 2002, 2006 y la sequía más grave registrada en 2011 en dicho estado. En estos momentos hay fuentes superficiales en las presas que quedan, pero también existen fuentes subterráneas, que son las que están abasteciendo a la población. Por otra parte se están perforando nuevos pozos. Como quien dice, según Montes, no hay de qué preocuparse, nomás párese temprano y deje de ir a trabajar para cuidar la pipa de agua.
Si usted vive en la Ciudad de México, en las zonas de Iztapalapa y anexas, no le resultará tan extraña esta situación ya se sabe la rutina por la que ahora les toca pasar a los paisanos de Nuevo León, porque ha vivido muchas veces la misma situación de agua de color tamarindo racionada.
Samuel García, gobernado del estado, dice que le vale que le mienten la madre porque a él no le corresponde vigilar lo del agua. Aun así, se estrenó como meteorológo y delante de todo el mundo, en televisión nacional e internacional, les exigió a las nubes que se dedicaran a provocar la lluvia porque él ocupaba el agua en determinado lugar.
Tal vez lo que realmente ocupamos los mexicanos en general son, como dice el exdirector de Conagua, José Luis Luege Tamargo, proyectos y programas a largo plazo que no se deslinden de su cumplimiento en cada cambio de gobierno: tecnología de nivel, inversión sostenida, continuidad y visión de largo plazo, es decir, una agenda para la máxima tecnificación y eficiencia del uso del agua.
Ocupamos que se tomen en serio el cambio climático y la crisis del agua, que los políticos en general hagan su trabajo con proyectos que no cambien a cada rato con cada gobierno.Pero tal parece que son más importantes los dimes y diretes entre los politiktokers agrediéndose entre ellos mismos y perdiendo el tiempo en figurar a la moda, que dedicarse a trabajar por el país, diseñando e implementando las políticas públicas que hacen falta.