Por Melchor López
1) Lo que se hace por amor está más allá del bien y del mal, dice Nietzsche. Y con pasión el interés abarca el alma de los colaboradores y lectores. Con ese delirio Rostros en la oscuridad (RO) publicó 17 libros, en 10 años, con testimonios a partir de entrevistas. Los autores son estudiantes.
2) Entre la silla, la banca, el gis, el pizarrón; la tarea, el escuchar las ideas del compañero y escribir en la computadora y hacer anotaciones en el celular. Allí nació el relato estudiantil que, al juntarlo en un libro, escapó del salón de clases y se colocó en la mirada de miles de lectores. En RO se hacen narrativas desgarradoras e intensas. RO, Perversiones agotó mil ejemplares en cinco meses; y RO, Hospitales, en 4; con el temple y la perseverancia de los estudiantes.
3) Tú, ve. Realiza una entrevista. Y hazla relato; que su intensidad se escuche cerca del oído. Logra que el testimonio suene fuerte del que vivió en la cárcel, de la persona acosada en el transporte público, de la morra que juega con pasión al fútbol o la compa trans que platica con su otro yo. Que impacte la historia del policía y del migrante. RO busca lo que no es narrado en los medios de comunicación tradicionales.
4) RO cumple 10 años con alegría por ser incluido en actividades escolares que va más allá de la obligación que se dicta en la escuela. RO comparte con el estudiante que acepta el reto de publicar porque sabe que allí se hace identidad.
5) RO nace por la idea de Adán Magaña: “Hay que hacernos de recursos para lanzar el tiraje de mil ejemplares. Hay que pedirle apoyo a los estudiantes y después les damos ejemplares”. La idea era de impacto, tenía punch. Y dijimos: va. Tuvo su primera edición con gente de primer semestre de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, de la UNAM. Con sus 18 años no creían que eso fuera posible: “¿Mi nombre en un libro?”. Preguntaban con incertidumbre. Su rostro se estiró cuando vieron en papel su relato con su firma. Y su alegría se desbordó. Es un fenómeno encantador. Después hicimos una convocatoria abierta y desde entonces hay colaboraciones de estudiantes de escuelas privadas y públicas.
6) Son 27 relatos en cada libro. Es un trabajo en equipo. Únicamente en RO, El caso Ayotzinapa, es un reportaje de Carlos Vargas en el que expone, con testimonios, la desaparición de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, en Tixtla, Guerrero: “En mi caso, RO fue abrir puertas cuando me entrevistaron para contratarme en un empleo. ‘Buena carta de presentación’, me dijeron en el portal de noticias de SinEmbargo Mx. También significó formar parte de una familia chida con quien impulsa esta labor”, recuerda Vargas.
7) La labor de RO es independiente y autogestiva. Y pronto se editará RO, Cuba. Y haremos la presentación en La Habana.
8) Con 10 años de RO “cualquier tema cobra relevancia cuando se ilumina hacia la parte más olvidada y que oculta grandes historias; narrativas que merecen ser escuchadas y que muestran su verdadero rostro, para abandonar la oscuridad del desinterés colectivo y señalar que la individualidad de nuestras personas, sus intereses y acciones, repercuten de buena o peor forma en todo el actuar social”, dice Mar Ventura, quien colaboró en RO, Perversiones.
9) Ximena Velasco, estudiante que participó en RO, Hospitales, afirmó que para ella “significó una bienvenida al mundo de las letras. Fue el inicio de ver con otra óptica: darle voz a las personas a través del poder de la pluma. Era ir a buscar historias, reflejando lo que pasa, pero que no nos atrevemos a ver ni conocer. Fue decir que hay mucho por contar, porque ¿cuándo salimos de nuestra burbuja para vivir lo que hablamos en la escuela?”.
10) Para Sofía Fontanela, coordinadora de RO, Trans, es “un espacio para hablar con el otro. Es como darte la oportunidad de verte a ti a través de las historias de otras personas”. En el caso de RO, Acoso, dice Vasti Ramírez, fue “un medio a través del cual pudimos hablar sobre uno de los temas que más ha impactado a amigas, familiares y conocidas. Al recopilar las entrevistas nos dimos cuenta que el acoso sexual hacia mujeres es más común de lo que imaginamos. RO tiene valor porque es colectividad”.