Ante el repunte de contagios
Por Carmen Escalante
En el recuento de los daños, como dice la canción, nos encontramos con un país desgajado. Sí, la pandemia nos partió la mandarina en gajos, en varios aspectos, uno de ellos, el económico, se perdieron muchas chambas, changarros y dinero y, por si fuera poco, ante el repunte y amenaza de semáforo rojo, este pandemónium no se mira para cuándo acabar.
Y es que hasta el Secretario General de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, dice que este virus no tiene una pronta fecha de caducidad, tal vez sea por eso que mucha gente ha tenido que sobrellevar la adaptación y convivencia con el virus y continuar su vida, como pueden.
Con decirle que hasta una escuela de aquél que tiene varias empresas, bancos y una televisora ya está dando clases presenciales…Pequeño Richard, eres un loquillo.
Bares y gimnasios también están abiertos y en los parques, se puede ver más gente paseando con el ya tradicional accesorio imprescindible, el tapabocas, protagonista especial de la pandemia, que es usado por muchas personas, ya no como creencia de que no se van a contagiar, si no como el pase que habilita los accesos a los espacios porque, como dicen algunos “la vida tiene que seguir”.
La ONU actualiza los datos, con 1, 257, 523 muertes en todo el mundo. México está, hasta el 10 de noviembre, con 972, 785 casos acumulados; 27, 286 casos activos estimados y 95,225 muertes.
Lo que es un hecho, es que cada vez tenemos más cerca a un contagiado de Covid o, incluso, algún deceso, es decir, el Covid existe, pero, al no tener un perfil específico, nos hemos visto conviviendo, con personas que ya lo tuvieron, sobrevivieron y siguen su vida normal, como Esther, de 19 años, que nos refiere: “fui al doctor porque me sentía mal, como resfriada, me hicieron la prueba de Covid y me dijeron que ya me había dado hacía tres semanas. Sólo me dieron medicamento para la gripa”, Carla, de 35 años, menciona una situación diferente: “ en mi familia nos dio a todos, nos aislaron, mi mamá, mi papá y yo, nos recuperamos, pero mi abuelita se murió”.
Seguimos en una ruleta rusa, donde aparentemente, los indicadores más graves para generar una complicación por Covid son la edad y alguna condición previa de enfermedad.
Las pruebas piloto de las vacunas continúan, ya que no se ha encontrado la efectiva que pueda parar esta enfermedad. La Organización Panamericana de la Salud ha donado 190,000 pruebas de diagnóstico de antígenos para Covid a países de América Latina y el Caribe. Con esto se busca realizar pruebas precisas para pacientes sintomáticos en comunidades remotas.
En el país, dos estados regresan a semáforo rojo (Durango y Chihuahua), 18 están en color naranja (CDMX uno de ellos), 11 en amarilla y solo Campeche está en verde, todo esto, según los ajustes realizados por la Secretaría de Salud con el repunte de contagios.
Eso sin olvidar los casos de ansiedad y depresión, derivados de la situación tan estresante que se vive en todos los ámbitos.
Nos veremos en la próxima, o no, aunque sea con tapabocas, que no es lo mismo que tapa voz.