Por Melchor López
Durante lo que va del 2020 en México se registraron 473 feminicidios. De estos, 94 fueron en junio; en mayo, 67; para abril, 71; en marzo, 77; febrero registró 91 y en enero, 73. Los datos son de la Secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana. En 2019 el total fue de 945 feminicidios. El mayor número de feminicidios registrados fue en noviembre de 2018, con 98; solo 4 más de los 94 de junio de 2020.
Los 473 en los primeros meses de 2020 supera los acumulados en todo el 2015 que marcó 411 feminicidios. De enero a junio de 2020, el Estado de México registra 63; Veracruz, 45; la Ciudad de México, Nuevo León y Puebla, con 35 cada uno. Después les sigue Jalisco con 28.
Más números: entre los primeros 12 municipios con presuntos delitos de feminicidio se encuentran Tijuana con 14; Ciudad Juárez, 12; Culiacán, 8; Monterrey, 7; Gustavo A. Madero en la Ciudad de México,6; Tlalpan, 6; en Puebla, 6; San Luis Potosí, 6; Manzanillo, 5; Zapopan, 5; Chimalhuacán, 5; Ecatepec, 5.
En una conferencia virtual, la ingeniera María Salguero Bañuelos, activista, feminista de derechos humanos, egresada del Instituto Politécnico Nacional y creadora del mapa del feminicidio en México, afirmó que hay datos que no coinciden con la realidad: “En el mes de abril, en el Estado en México, solamente. se reportó por la prensa 17 casos; esta entidad había sido el estado que históricamente era primer lugar. Pero en este año Guanajuato ha rebasado al Estado de México con más mujeres asesinadas: mujeres y niñas”. ¿Cuál es el problema de medir el delito en México? Se pregunta Salguero Bañuelos: “Se maneja con fines políticos. 63% son mujeres asesinadas por el crimen organizado y es una proporción muy grande. Por violencia familiar registré el 10%”.
Para Salguero, “la mujer es vista como recompensa y como arma de guerra para hacerle daño a sus enemigos; y es vista como objeto sexual. Hay una gran violencia para causar la muerte. Se exhiben los cuerpos en lugares públicos con mensajes. Ya no la están ofreciendo, la ejecutan al lado de su pareja y los cuerpos, a últimas fechas, se usan para mandar mensajes a los rivales. Eso es lo que estamos viendo en México”.
Únicamente en junio de 2020, según el Observatorio Nacional Ciudadano en el reporte sobre delitos de alto impacto, en las estadísticas de feminicidios por entidad federativa, en la Ciudad de México se registran 14; Guanajuato, 27; Guerrero, 23; Hidalgo, 22; Jalisco, 18; Michoacán, 25; Tamaulipas, 24, entre otras.
De las miles de historias de feminicidios muchas no ven justicia. Una de ellas es la de Perla, amiga de Sindy Favela, que llegó a la Ciudad de México desde Sinaloa a una de las manifestaciones que se hacen cada 10 de mayo en la Ciudad de México. Ella comentó a Machetearte su sentir al enfrentar a las autoridades burocratizadas e insensibles. Aquí si narración:
“Hubo evidencias. Y capturaron al criminal; pero no hicieron nada más. Estuvo en la cárcel un año, pero después lo soltaron. Según que por faltas al debido proceso, porque es más importante respetar los derechos que comete un feminicida que respetar el derecho de las víctimas.
“Perla estaba dormida, en la madrugada entró un tipo y la acuchilló. Al día siguiente llegaron las supuestas autoridades y acordonaron el área. Tenían el cuchillo allí y ni si quiera le tomaron huellas; todo, todo se hizo mal. Nosotros nos organizamos y al día siguiente hicimos una marcha a la Procuraduría del estado y fue por eso que hicieron un poco más. No le daban importancia porque decían ‘que era cualquier hija de vecina’, que ‘era una más, una menos’. En Sinaloa y en México esto sucede todos los días”.
Sindy Favela agrega: “En la investigación no se siguió ningún tipo de protocolo, rompieron todas las reglas; no les importó. Después de muchos meses de lucha, de manifestarnos, de desprecio, de careos, de esfuerzos por parte de familiares y amigos e incluso del apoyo del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio y de algunas otras organizaciones locales de Culiacán, se capturó al presunto culpable, pero pues no duró ni un año y lo liberaron y el expediente sigue abierto. Y el caso no está cerrado pero pues sólo seguimos esperando”.
Sindy Favela recuerda a su amiga: “Perla estaba a punto de entrar a su doctorado; tenía muchísimo futuro… le cortaron las alas. Trabajaba en la Universidad Autónoma de Sinaloa. Era maestra de inglés, hablaba inglés y francés”. Se queda callada para después afirmar: “Te aseguro que quien le hizo eso a Perla, se lo puede hacer a alguien más. Es una impunidad impresionante. Frustrante, irreal. Perla es una amiga mía que asesinaron en el 2012”.
Laura Erika González Pizaña, abogada egresada de la Facultad de Derecho de la UNAM, afirma que “los feminicidios son multifactoriales. Desde la infancia se van reproduciendo patrones de conductas violentas hacia las demás personas y particularmente hacia quienes son vistas como más débiles (mujeres, personas con discapacidad, indígenas, comunidad LGBTTTIQA). La enseñanza dicotómica (fuerte/débil, racional/emocional, objetivo/subjetivo) y falocéntrica se reafirma en la adolescencia y adultez”.
González Pizaña expone: “Llevamos esas conductas a todos los aspectos de nuestras vidas y al considerar a las mujeres como un objeto que se puede poseer y desechar para que no sean de nadie más; y las agresiones aumentan. Otra situación que influye es la idea de amor romántico donde todo lo sufre, soporta, tolera, perdona: ‘te pega porque le gustas’, ‘busca tu príncipe azul’; además de que aún la enseñanza a las niñas incluye no responder ni quejarse; muchas desarrollan el síndrome de indefensión”.
Para la especialista con perspectiva de género: “Otros feminicidios ocurren en el ejercicio del poder, dónde se ejerce violencia sexual y al final asesinato porque pueden hacerlo. Cuando el cuerpo de la mujer es encontrado en un lugar público, con ropa desaliñada y signos de violencia puede indicar que es un presunto feminicidio; si fue cometido por pareja o ex pareja; si el cuerpo se encontró en una posición donde exhibe sus senos. Ahora, no todas las muertes de mujeres son feminicidios, por ejemplo cuando se suben a asaltar y durante ello le disparan a una mujer, no hay feminicidio”. Y concluye González Pizaña: “Aún no se encuentra unificado el concepto en toda la república en los códigos locales en materia penal”.